Naucalpan, Estado de México.- La noche del 2 de agosto, lo que prometía ser una celebración de música alternativa terminó en un desastre, cuando se hizo presente la molestia generalizada debido a la desorganización del evento y al caos que se generó dentro del recinto. Se trató del Festival Bandemia, que inició a las 11:00 horas en la Sala Urbana de Naucalpan, Estado de México, la cual permite el ingreso de un máximo de 3 mil 500 personas, aunque el equipo organizador confirmó que solo se vendieron boletos para 2 mil 500 asistentes.
Ahora bien, al principio todo parecía transcurrir con normalidad, pues en redes sociales se compartía contenido favorable y la diversión predominaba. Sin embargo, todo cambió aproximadamente a las 17:00 horas, después de la presentación del grupo Ven y Mira, pues en ese instante Bandemia publicó un mensaje que levantó las sospechas: "La energía está con todo en Bandemia, pero ojo… no empujes las vallas, con esto se están volviendo flojas y podemos tener un accidente. Cuidémonos para que el festival siga al cien".
Pero lo verdaderamente grave ocurrió alrededor de las 20:30 horas, cuando dejó de compartirse contenido festivo y, en su lugar, se aclaró que por recomendación de Protección Civil y debido a una irregularidad en la venta de boletos, se decidió restringir los accesos. El problema es que aún no ingresaban todas las personas que habían comprado sus entradas, y, como era de esperarse, se molestaron y los reclamos no se hicieron esperar.
“Tomamos la decisión de limitar el acceso al evento programado para este 2 de agosto. Esto significa que, lamentablemente, las personas que adquirieron boleto fuera del cupo no podrán ingresar al evento. Sabemos que esta noticia es muy difícil, pero la prioridad siempre es garantizar la integridad física del público, artistas y staff”, se lee en el comunicado. Y aunque se dejó en claro que se les reembolsaría el dinero, esto no disminuyó el enojo de los afectados.
De hecho, según testimonios en diversas plataformas como X (antes Twitter), los que faltaban por entrar intentaron hacerlo, pero los guardias les impidieron el acceso, y ahí fue cuando todo se convirtió en un desastre. El staff, al ver el comportamiento desesperado de los asistentes, roció a varios con extintores y buscó la forma de contener la violencia, misma que se desató con tal intensidad que resultaba muy difícil ponerle fin.
Fuente: Tribuna
