Ciudad Obregón, Sonora.- Baja en venta de cabezas de ganado, aumento en costos de mantenimiento, caída de precios por el producto son algunas de las afectaciones que desde el cierre de frontera el pasado mes de noviembre, continúan afectando a los productores de la región, quienes ansían una pronta reapertura al mercado estadounidense.
Nicolás Campa Romero, presidente de la Asociación Ganadera Local del Valle del Yaqui (Aglvy), expresó que pese a que ya se han realizado las revisiones cuarentenarias en Agua Prieta y Nogales por parte de las autoridades mexicanas, no se abre la frontera.
Te podría interesar
Además, dijo que se ha recibido por parte del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) el documento para la solicitud de revisión por parte de las autoridades de Estados Unidos para su propia verificación del cumplimiento de los protocolos sanitarios, pero no se ha definido una fecha para efectuarla.
Sí hay un impacto, pero tenemos fe de que en este mes se dé la apertura y esto va a pasar a fluir lentamente con su debida revisión para que esto se componga. (...) Ya cumplimos dos meses con el cierre de la frontera y prácticamente en esa medida se ha desplomado en alrededor de veinte pesos el kilo por becerro”, declaró.
Asimismo, detalló que, las ventas de ganado se han disminuido en alrededor del 50 por ciento, lo cual deriva en afectaciones a los productores, ya que al no resultar rentables los precios actuales, muchos ganaderos mantienen sus becerros, lo cual les genera gastos extras.
Por ejemplo ahorita una becerra de 200 kilos vale 90 pesos por kilo, cuando andaba en 110 pesos y un becerro de 150 a 160 kilogramos, ahorita anda de entre 110 a 120 pesos por kilo, cuando anteriormente valía 140 pesos; hace dos meses cuando el cierre de la frontera comenzó la venta en subastas bajó, previo a ese problema se estaban metiendo en las subastas alrededor de 900 animales cada semana durante tres meses y ya en los últimos meses bajó al 50 por ciento la venta”, explicó.
Aclaró que el problema de no tener ventas radica en que al momento de no sacar las cabezas de ganado, el productor se vuelve engordador y deja de adquirir más crías.
Es una cadena por ejemplo, puedes tener mil o 500 reses, pero no puedes comprar más porque tienes tu capacidad llena y no lo puedo exportar y al momento de no sacarlo se mantiene tu inventario y deja de haber una fluidez económica”, finalizó.
Sector lechero
Aun cuando para los integrantes de la Asociación de Productores de Leche en el Valle del Yaqui, el impacto del cierre de frontera para la exportación de reses, no les ha afectado en igual magnitud que a los ganaderos de engorda, no se vieron exentos de sufrir por esta medida.
José Pedro Cervantes García, administrador de la asociación, explicó que al no permitirse las exportaciones, el precio de la res para carne se desploma, lo cual abarata su costo, derivando en que los compradores opten por este tipo de ganado, generando una afectación a los productores lecheros que intentan vender vaca pinta, y al resultar menos atractiva para su comercialización se queda en inventario.
Los becerros que se producen aquí no son de exportación, entonces sí hubo cierta afectación porque al no irse los becerros para carne a Estados Unidos, los compradores bajaron el precio de esa especie por lo que es más barato que estar comprando becerro para leche”, señaló.
Fuente: Tribuna