Ciudad de México.- En punto de la 01:16 horas de este jueves 22 de septiembre, la alerta sísmica se activó informando a la ciudadanía que un sismo de magnitud superior a 5 grados se aproximaba. El fenómeno natural al final fue de 6.9 grados de acuerdo a lo expuesto por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) y se trató de una de las réplicas más fuertes derivadas del sismo del lunes 19 de septiembre.
Aunque ya había un porqué la tierra se había sacudido de nueva cuenta, al haberse registrado en la noche algunos internautas resaltaron que se observó en el cuelo un destello verde; muchos llegaron a pensar que se trataba de transformadores de luz que habían explotado; no obstante, no fue esta la razón y menos el aviso de una fuerte tormenta, pues también fue un evento relacionado al seísmo y se conoce como triboluminiscencia o comúnmente solo como "luces del terremoto".
La primera vez que este fenómeno natural cobró relevancia fue durante el sismo del 7 de septiembre del 2017, días antes del terremoto del mismo año pero del día 19. Dado que ocurrió en la noche, fue más perceptible para los ciudadanos quienes cinco años después vivieron ser testigos de este evento algo similar a una aurora boreal. De acuerdo a lo expuesto por los científicos, estos destellos lumínicos se producen debido a que el suelo al desplazarse genera carga eléctrica y por la fuerza de la misma, salen disparadas a gran velocidad hasta observarse en el cielo.
La primera vez que se tuvo registro de este evento, o mejor dicho la primera vez que fue documentado, fue en 1600 y desde entonces es más perceptible de noche, pues con cada movimiento telúrico la mima carga se genera pero no se puede ver, en especial porque debido al temor que el movimiento de la tierra genera, es menos probable que nos fijemos en el cielo y no en los artículos que se mueven.
Fuente: Tribuna