Ciudad de México.- Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé, nació el 23 de octubre de 1940 en Minas Gerais, Brasil, una zona pobre del país sudamericano donde de niño comenzó a dar sus primeros pasos en busca de convertirse en jugador profesional. No tardó mucho para cumplir su primer sueño y en 1956, años 16 años, debutó con el Santos de su país, pues sus condiciones fueron reconocidas de inmediato.
En Santos militó hasta 1974, club en el que jugó y ganó todas las competencias posibles, en su palmarés cuenta con dos Copas Libertadores de América, seis ligas brasileñas, cuatro del Torneo Río-Sao Paulo y diez del Campeonato Paulista, una Supercopa de Campeones Intercontinentales, dos Copas Intercontinentales y es el máximo goleador de la historia del equipo con 643 goles. Su éxito temprano lo llevó a la selección brasileña donde destacó desde el primer momento.
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En la selección de Brasil debutó en 1957 y un año después disputó su primer Mundial en Suecia todavía con 17 años. Ahí fue fundamental y avisó del comienzo de su legado. Jugó cuatro Copas del Mundo (Suecia 1958, Chile 1962, Inglaterra 1966 y México 1970) de las cuales ganó tres. Es el máximo anotador de la selección en la historia con 77 goles, ahora igualado con Neymar. En los Mundiales marcó 12 tantos y la Copa América fue su gran pendiente.
De 1974 a 1977 todavía fue a jugar al New York Cosmos, tras lo cual finalmente se retiró. Anotó 1301 goles, según la RSSSF, aunque esa cifra siempre le ha sido cuestionada. A lo largo de su vida tuvo varias facetas acompañadas de su éxito futbolístico, fue actor, cantante y recibió varias distinciones de la ONU, Unesco, el gobierno brasileño y el imperio británico. El mundo lo reconocía como el mejor futbolista de la historia y en 1999 el Comité Olímpico Internacional (COI) lo consideró el mejor deportista del siglo XX. En el 2000 fue elegido como el mejor futbolista oficial del siglo XX por la Comisión de Futbol de la FIFA y la Federación Internacional de Historia y Estadística.
Su legado maravilló a varias figuras de otras disciplinas como la literatura. El escritor uruguayo, Eduardo Galeano, aficionado al futbol, escribió de él: "Cuando Pelé iba a la carrera, pasaba a través de los rivales como un cuchillo. Cuando se detenía, los rivales se perdían en los laberintos que sus piernas dibujaban. Cuando saltaba, subía en el aire como si el aire fuera una escalera. Cuando ejecutaba un tiro libre, los rivales que formaban la barrera querían ponerse al revés por no perderse el golazo". Hoy 29 de diciembre su vida llegó al minuto 90 y el mundo llora la partida del Rey Pelé.
Fuente: Tribuna