París, Francia.- Al final de apenas el tercer juego de cinco sets que Rafael Nadal ha sostenido en 112 partidos del Abierto de Francia en su carrera, mientras el sol y la temperatura descendían y los cánticos de “¡Ra-fa! ¡Rafa!” llenaba el ambiente vespertino, el hombre conocido como el Rey de la Arcilla mostró precisamente lo que esto significaba para él.
Con cada carrera, desliz y estirada para alcanzar un tiro aparentemente inalcanzable salido de la raqueta amarilla de su oponente, Felix Auger-Aliassime; con cada tiro ganador colocado justo en una esquina; y con cada volea bien conectada, Nadal saltaba o lanzaba un gancho o gritaba ”¡Vamos!” —y, a menudo, todo lo anterior.
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Nadal superó su primera prueba seria de este Abierto de Francia al vencer 3-6, 6-3, 6-2, 3-6, 6-3 a Auger-Aliassime, noveno preclasificado, en casi 4:30 horas de un duelo parejo y entretenido en la cuarta ronda el domingo en la cancha Philippe Chatrier.
¿Y la recompensa? Un choque prometedor con su rival Novak Djokovic en los cuartos de final el martes.
Djokovic, el campeón defensor, avanzó a los cuartos en Roland Garros por 16ta ocasión en su carrera.
El serbio y número uno del mundo se recuperó rápidamente tras caer en desventaja al inicio del segundo set y logró un triunfo de 6-1, 6-3, 6-3 sobre el argentino Diego Schwartzman, 15to preclasificado, en la cancha Susana Lenglen.
Fuente: AP