Ciudad de México.- Los campeones del boxeo llegan a recibir millones y millones de dólares en premios por sus combates o incluso por medio de los patrocinadores, lo que puede hacer que algunos pierdan la cabeza y se refugien en las adicciones a diversas sustancias. Son varios los pugilistas que han sido abiertos al confesar sus problemas en ese sentido, uno de ellos es el mexicano Julio César Chávez.
Precisamente este miércoles 10 de agosto, la leyenda del boxeo azteca y mundial, manifestó su felicidad por haber cumplido 13 años sin consumir alcohol y drogas. En redes sociales, el Gran Campeón Mexicano expresó que el permanecer por más de una década en sobriedad se trata de su título más grande conquistado, más allá de los obtenidos en su exitosa carrera deportiva.
Hola, amigos, Como ven, a través de mi carrera gané muchos campeonatos mundiales, pero hoy es un día muy especial para mí, porque hoy cumplo 13 años limpio, sin alcohol y sin drogas, y creo que ese es el título más grande que tengo", afirmó el sonorense.
Además, Chávez reveló que se comprometió a dejar de fumar, pues aseguró que al dejar una adicción se puede llegar a refugiar en el cigarro: "Hoy he hecho la promesa de que ya no voy a fumar, primeramente Dios, sólo por hoy, como lo he hecho a través de mi carrera, y a través de los años, de vivir el sólo por hoy: sólo por hoy no voy a drogarme, sólo por hoy no voy a consumir drogas ni alcohol; entonces, sólo por hoy no voy a fumar", agregó.
Otro campeón de boxeo que ha contado sus problemas con los excesos es Mike Tyson, quien confesó que debido a ello gastó grandes cantidades de dinero que con mucho esfuerzo ganó durante su carrera sobre el ring. En entrevista para el podcast The Pivot, el expúgil estadounidense se sinceró con respecto a sus finanzas, confesando que todo el dinero se lo gastó en complacer a mujeres a las que llegó a comprarles autos deportivos a cambio de pasar con él un fin de semana.
Mi último millón de dólares lo gasté en mi rehabilitación porque de los 500 millones que aproximadamente hice como boxeador, no me quedó nada. Todo se fue en locuras y me duró entre 15 y 16 años, parecía muchísimo dinero pero eventualmente se acabó", relató.
Dejó entrever que no dejaría herencia a sus ocho hijos, puesto que prefiere que crezcan sin lujos y facilidades económicas, al él haber crecido en un ambiente humilde. Por ello cree que lo mejor es que ellos también luchen por conseguir sus sueños y peleen contra las adversidades.
Fuente: Tribuna