Ciudad Obregón, Sonora.- Hablar de Iker Franco es hablar de uno de los peloteros más estimados dentro de la organización de los Yaquis de Obregón, pues formó parte de un equipo que marcó a toda una generación de aficionados y además logró una conexión muy particular con los aficionados que perdura hasta el día de hoy. Es gracias a su destacada trayectoria con el equipo que su número será retirado en un merecido homenaje.
Iker Franco inició jugando al beisbol a los cinco años de edad, según ha contado en algunas entrevistas, comenzó a jugar gracias as u papá y siguiendo a su hermano a quien admiraba. El pequeño pelotero jugó en las ligas infantiles de Ensenada, jugaba como tercera base, pero dijo que no le gustaba mucho, pues era muy hiperactivo y quería estar en movimiento por lo que eligió la posición catcher y desde entonces no se despegó del puesto.
Pronto descubrió que tenía un talento para este deporte que tanto le gustaba por lo que se fue abriendo camino para llegar al beisbol profesional con la mira puesta en las Grandes Ligas. Firmó con Tampa Bay, Atlanta y Cardenales, pero solo llegó a jugar en categorías menores. El destino finalmente quiso que desarrollara su carrera en México y al parecer no se equivocó, pues se convirtió en ídolo jugando en las ligas de invierno y verano.
En su participación en la Liga Mexicana del Pacífico su mejor momento lo vivió con los Yaquis de Obregón, franela que vistió a lo largo de 11 temporadas en donde conectó 381 hits, anotó 180 carreras, tuvo 231 carreras impulsadas e hizo 60 home runs. Fue parte de la generación histórica de peloteros que ayudaron a darle el título a Yaquis en la temporada 2007-2008 rompiendo así una larga sequía sin ganar y además siendo parte importante del equipo.
También formó parte de la generación del histórico tricampeonato que se llevó el equipo cajemense en la 2010-2011, 2011-2012 y 2012-2013 en donde fue uno de los más destacados. Representó a los Yaquis y a México en la Serie del Caribe de 2011 y 2013 en donde se consagró campeón y también fue parte importante de los títulos. Siempre con su inseparable número 43, el apodado 'Vaquero', destacó por su profesionalismo y dedicación.
Su larga trayectoria profesional lo llevó a representar también a otros equipos dentro de la liga invernal como los Naranjeros de Hermosillo y Tomateros de Culiacán, en el verano jugó para Tigres de Quintana Roo, Guerreros de Oaxaca y Diablos Rojos del México y también fue reconocido individualmente. A nivel de selecciones representó a México y también a España por herencia de su padre. Será este próximo 20 de diciembre cuando su número 43 sea retirado del equipo de Ciudad Obregón y luzca para siempre en el Estadio Yaquis.
Fuente: Tribuna