Ciudad de México.- Luego de la trifulca ocurrida el fin de semana entre jugadores de Chicago White Sox y Cleveland Guardians en donde los protagonistas fueron Tim Anderson y José Ramírez, ya tuvo consecuencias disciplinarias por parte de la Major League Baseball (MLB) que impuso fuertes castigos para ambos peloteros y también extendió las sanciones a más miembros de los dos equipos, pues las bancas se vaciaron en la pelea.
Tim Anderson recibió seis juegos de suspensión, en tanto que José Ramírez fue sancionado con tres partidos. No obstante, ambos peloteros están apelando los castigos y será en los próximos días cuando se determine si se mantiene su castigo o si se podrá reducir. Durante el encontronazo, el dominicano conectó un derechazo al estadounidense que cayó sobre el campo, por lo que las bancas se vaciaron enseguida y comenzó la pelea.
“Yo sentí que le di uno. Yo entiendo que él no está respetando el juego. No desde ayer, sino que viene haciendo eso desde hace tiempo y se le ha hablado. Yo mismo le he hablado, le he dicho a él que no puede hacer eso, porque puede lesionar a un muchacho... Lo que él hizo no está bien, me pegó muy fuerte se lo corregí y me invitó a pelear. Si me invitó a pelear tenía que ejecutar”, mencionó Ramírez en palabras para AP sobre el altercado.
Además de ellos también fueron sancionados Emmanuel Clase con un juego por sus participación en la pelea. Además, los coaches Pedro Grifol y Terry Francona de Chicago, así como el entrenador de los Guardians, Mike Sarbaugh también recibieron un juego de suspensión que cumplirán en los juegos de inicio de semana. “No es algo divertido, pero los chicos son los chicos”, dijo Francona respecto a lo ocurrido.
Además de las suspensiones, los jugadores y entrenadores recibieron una multa, en tanto que otros participantes de la trifulca también se vieron castigados, pero en su caso solo recibieron una multa económica. Los que se hicieron acreedores al castigo son el abridor de los White Sox, Michael Kopech, y el jardinero de los Guardians, Gabriel Arias.
Fuente: Tribuna