Ciudad de México.- Este domingo, el Club América hizo historia una vez más al consagrarse tricampeón del futbol mexicano, tras una intensa final contra Monterrey en el Estadio BBVA. Este logro sin precedentes coloca a las Águilas como el equipo más dominante de los torneos cortos, consolidando un legado de grandeza que promete aún más éxitos.
Hace cinco años, el destino no favoreció al equipo de Coapa en una final contra los Rayados. En aquella ocasión, el título se les escapó en casa, dejando una espina clavada en el corazón azulcrema. Pero esta noche, en el Gigante de Acero, las Águilas lograron exorcizar sus demonios al coronarse como campeones en territorio regiomontano por primera vez en su historia.
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El encuentro fue electrizante desde el inicio. Al minuto 24, Richard 'El Cachorro' Sánchez volvía a ser protagonista con un gol de antología. Un disparo potente y preciso que dejó sin opciones a Luis Cárdenas, desatando la euforia de la afición americanista. Sánchez, quien también había brillado en la final de 2019, esta vez tuvo un desenlace distinto: el destino le sonrió y su gol marcó el camino hacia la gloria.
Monterrey no se dio por vencido y mantuvo la presión hasta el final. Johan Rojas logró igualar el marcador al minuto 85, encendiendo la esperanza de los 52 mil 126 aficionados presentes, mayoritariamente regios. Sin embargo, la solidez defensiva de las Águilas y los acertados cambios de su técnico, André Jardine, sofocaron cualquier intento de remontada por parte de La Pandilla.
El pitazo final desató la alegría americanista. El tricampeonato es el reflejo de un equipo de época, liderado por un estratega que ya ha inscrito su nombre en letras doradas en la historia del club. André Jardine se confirma como el técnico más exitoso en la rica tradición de las Águilas. Para Monterrey, la derrota fue un golpe duro.
Es su tercera final perdida en casa y se cumplen cinco años sin levantar un trofeo, un periodo que ha dejado a su fiel afición con un sabor amargo. Por su parte, el Club América no se conforma. Este tricampeonato es apenas el inicio de lo que sueña ser una era de supremacía absoluta. Con un plantel lleno de talento y hambre de triunfo, el fútbol mexicano tiene ahora un dueño indiscutible: las Águilas del América.
Fuente: Tribuna