Pittsburgh, Estados Unidos.- El ala cerrada de los Pittsburgh Steelers, Darnell Washington, estaba ocupándose de sus propios asuntos durante una práctica reciente, haciendo su debida diligencia mientras corría su ruta cuando el balón de repente llegó hacia él.
Washington no estaba seguro de qué opción era en la jugada. Ciertamente, no fue el primero. Probablemente ni siquiera la segunda. Tal vez ni siquiera la tercera. Washington estaba en la parte trasera solo mientras un mar de receptores abiertos y corredores zigzagueaban a través del campo de visión del mariscal de campo Russell Wilson.
Solo que a Wilson no le gustó lo que vio. De todos modos, no lo suficiente como para tirarlo. Así que giró hacia su izquierda y encontró a Washington abierto de par en par para una gran ganancia.
Cuando se le preguntó si estaba sorprendido de encontrar la pelota en sus manos, Washington asintió.
—Un poco —dijo—. “No lo sé. No sé qué estaba pasando con las otras personas”.
Sin línea
Wilson lo hizo. Casi siempre parece que lo hace en estos días para los Steelers (9-3), que se encuentran en la cima de la AFC Norte detrás del juego de su resurgente mariscal de campo de 36 años, quien ha adoptado un enfoque decididamente democrático para resucitar su carrera.
El nueve veces seleccionado al Pro Bowl lanzó el balón a 10 jugadores diferentes mientras acumulaba 414 yardas la semana pasada contra los Bengals. Claro, la estrella voluble George Pickens consiguió la mayor parte. Pero también lo hizo Washington. Y el tercer ala cerrada MyCole Pruitt. Y el receptor abierto Ben Skowronek, quien convirtió su segunda recepción de la temporada en una ganancia de 23 yardas en una serie que terminó con uno de los tres pases de touchdown de Wilson.
“Nunca sabes cuándo se te va a presentar”, dijo Skowronek.
No con Wilson a los mandos. Catorce jugadores diferentes tienen al menos una atrapada esta temporada para los Steelers. Eso incluye a Mike Williams, cuya única atrapada un mes desde que fue adquirido de los New York Jets es un arco iris de 32 yardas para la anotación ganadora en los minutos finales contra Washington.
También incluye a Skowronek, quien pasó la primera parte de la temporada en la lista de reservas lesionados y le preocupaba haber perdido su lugar en la línea mientras se rehabilitaba.
Skowronek y sus compañeros de equipo han aprendido rápidamente que con Wilson, no hay “línea”. Durante sus seis aperturas desde que regresó de una lesión en la pantorrilla, Wilson lo ha lanzado donde sea, cuando sea.
Confianza
“Es como en el beisbol”, dijo Wilson, exsegunda base de ligas menores. “Nunca batearás un jonrón si no haces swing. Y realmente creo que tienes que hacer swing, tienes que confiar en los chicos. Tienes que ser capaz de confiar en ti mismo”.
Algo que no ha sido un problema para Wilson durante años, incluso si llegó a Pittsburgh en una encrucijada luego de una abrupta caída en desgracia en Denver. Los Steelers no pudieron firmar a Wilson con un contrato de un año por el mínimo de veteranos lo suficientemente rápido, y Wilson perdió poco tiempo construyendo una relación con jugadores que eran relativamente extraños.
Lo que comenzó con sesiones de lanzamiento en San Diego se ha transformado en cenas de equipo y viernes por la noche donde Wilson y el coordinador ofensivo de primer año, Arthur Smith, se refugian en las instalaciones del equipo, estudiando detenidamente las cintas y rebotando ideas entre sí hasta que sus esposas llaman preguntándose dónde están.
En los días de partido, ese trabajo se manifiesta de varias maneras. Es el ala cerrada Pat Freiermuth que se desplaza hacia un área abierta mientras Wilson lucha, como lo hizo dos jugadas después de la atrapada de Skowronek para un touchdown de 25 yardas. Fue Wilson quien llamó a un audible en la línea de golpeo al final contra Cincinnati para encontrar a Van Jefferson para una ganancia de 43 yardas que condujo a un gol de campo decisivo.
La unión hace la fuerza
Y mientras más cosas tenga que defender un oponente, mejor para una ofensiva, particularmente una liderada por un mariscal de campo que hará su apertura número 195 el domingo cuando Cleveland (3-9) visite.
“Russ ha visto todas las coberturas”, dijo Skowronek. “Ha ejecutado todos estos conceptos antes. Así que conoce las progresiones como probablemente la palma de su mano”.
Además, Wilson sabe que no puede simplemente predicar sobre la importancia de ser altruista sin practicarlo un poco también. Eso significa dar oportunidades a aquellos que han trabajado para ello, sin importar dónde caigan en la tabla de profundidad.
“Creo que la mejor parte de esto es que todos estamos muy unidos”, dijo Wilson. “Y creo que ese vínculo también lo es todo, y la comprensión de cada chico y las relaciones que tenemos juntos, es divertido. Lo estamos pasando muy bien".
Seguro que lo parece. Los Steelers están promediando 28.7 puntos desde que Wilson se recuperó de una lesión en la pantorrilla que lo obligó a ver los primeros seis juegos desde la banca. Por primera vez en mucho tiempo, Pittsburgh ya no tiene que depender exclusivamente de su defensa para salir adelante.
Fuente: Tribuna