París, Francia.- Estados Unidos albergará dos justas olímpicas en solo seis años, después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) otorgara este miércoles a Salt Lake City los Juegos de Invierno de 2034, tras los de Verano de Los Ángeles 2028.
La designación de la capital del estado de Utah, que ya organizó unos Juegos de Invierno en 2002 y que cuenta con la infraestructura necesaria, estaba fuera de toda duda desde que el COI la seleccionó el pasado noviembre para entablar un “diálogo específico”.
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El COI otorgó formalmente los Juegos de Invierno de 2034 a Salt Lake en una votación de 83-6, pero solo después de que un contingente de políticos de Utah y líderes olímpicos de Estados Unidos firmaron un acuerdo que los presiona para presionar al gobierno federal.
Sin embargo, el COI está molesto por una investigación federal en curso de Estados Unidos sobre presuntos casos de dopaje por parte de nadadores chinos a quienes se les permitió competir en los Juegos de Tokio a pesar de haber dado positivo en las pruebas antidopaje.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) aceptó las explicaciones chinas para las pruebas, y las autoridades estadounidenses ahora están investigando esa decisión bajo una ley anticonspiración aprobada después del escándalo de dopaje ruso en los Juegos de Invierno de Sochi.
El presidente Thomas Bach quiere asegurarse de que la AMA sea la principal autoridad en casos de dopaje en los deportes olímpicos, especialmente con los Juegos Olímpicos de Verano que se celebrarán en Los Ángeles en 2028.
El COI agregó una cláusula al contrato de organización de Salt Lake, exigiendo efectivamente que los organizadores locales, incluido el gobernador de Utah, Spencer Cox, presionen para cerrar la investigación o arriesgarse a perder los Juegos Olímpicos.
“Esa era la única forma en que podíamos garantizar que obtendríamos los Juegos”, dijo Cox después del anuncio. Si Estados Unidos no respeta la “autoridad suprema de la AMA”, dijo el gobernador, “pueden retirarnos los Juegos”.
Incluso en el mundo de la diplomacia olímpica, fue una sorprendente jugada de poder obligar a los funcionarios del gobierno a aceptar públicamente hacer lobby en el COI.
Fuente: Tribuna