Ciudad Obregón, Sonora.- Después de un par de años en los que la velocista mexicana Ana Gabriela Guevara había mostrado una hegemonía en la prueba de los 400 metros planos a nivel mundial, llegó la cita olímpica de Atenas 2004, una a la que la sonorense llegaba como una de las amplias favoritas para colgarse la presea de oro.
Ana Gabriela, en la cúspide de su carrera, era sin duda una de las cartas fuertes del contingente azteca que participó en los XXVIII Juegos de la Era Moderna, pero ni todo el apoyo de millones de mexicanos alcanzó para darle el empuje necesario para subir a lo más alto del podio.
En esa final de los 40 metros, Guevara volvió a caer ante su más férreo sinodal en el atletismo, la bahamense Tonique Williams, quien al final se quedó con la medalla dorada, relegando a la mexicana al segundo puesto con la plata. La nogalense consiguió una de sus mejores marcas de su carrera (49.56), pero no fue suficiente para vencer los 49.41 de la caribeña.
Fue una competencia en la que la mexicana por momentos pudo darle pelea a Williams, pero la de Bahamas dominó de punta a punta la prueba para coronarse como la reina de la distancia de los 400 metros. Fue una demostración de poder de la campeona olímpica que frenó el sueño de Ana Gabriela, quien en los Juegos de Verano de 2000 en Sídney no pudo calificar a las finales y que en esta edición llegaba con experiencia y con más bagaje.
TRIBUNA, siempre a la vanguardia, mostró una portada con la foto del momento justo de la llegada de las competidoras a la meta, y en la que se aprecia el gran esfuerzo que realizó la mexicana, pero que no fue suficiente.
Fuente: Tribuna del Yaqui
