Ciudad de México.-El cineasta Alejandro Sugich López Árias, originario de Ciudad Obregón, se abrió camino en la industria realizando lo que más le apasiona, desde comedias románticas autobiográficas hasta producir películas de terror.
Es economista e incursionó en la industria cinematográfica, para hacer realidad los sueños que tenía desde niño. Pero ha experimentado trabajar en diferentes puestos en sus propias películas y en las que ahora produce. En el 2014 escribió el guión, dirigió, fue productor y distribuidor de su primer largometraje Casi Treinta y al año siguiente fue productor de Los Jefes. El pasado 31 de octubre estrenó Menéndez: El día del señor en Netflix, dirigida por Santiago Alvarado.
En entrevista con TRIBUNA, el cineasta compartió su experiencia.
¿Cuál es la diferencia entre ser director a ser productor, de estar en las pantallas de cine al streaming?
Les tengo un gran amor a las pantallas de cine, realmente son las culpables de que yo haga cine, cuando iba a ver cine en los Gemelos Tutuli, soñaba con hacer películas. El cine es el lugar perfecto para un creador para mostrar su obra porque tienes a la gente 90 minutos en sus butacas, en un lugar oscuro, con una pantalla y sonido increíble, se dejan ir. Tener la oportunidad en ‘Casi treinta’ de salir en 300 pantallas, ver el logo de mi empresa, fue un sueño que cumplí. Ahí fui director, productor y escritor, también distribuí y también la vendimos a Netflix. La diferencia con Menéndez es que ya no se estrena en cines, se va directamente con la condición de la pandemia y teníamos que recuperar lo que habíamos invertido, el capital de riesgo, porque la película no cuenta con ningún fondo del gobierno, entonces les vendimos la ventana de exhibición de cines y les gustó mucho. Fue una buena negociación de ‘ganar-ganar’. Estoy seguro que la película hubiera funcionado muy bien en cines”.
Como productor creativo en el filme de Menéndez dijo:
Sé que como director no soy el mejor en el género del terror. Lo que hice fue buscar un guión, que me gustara y al director correcto, que es Santiago Alvarado un barcelonés. Me vibró muy bien, nos asociamos, le compré el guión. Levanté la película, el crew, el elenco, lo elegí yo. Siempre respetando el espacio al director”.
Entonces ¿tú lograste tener ese elenco con Dolores Heredia, tú conseguiste esos actores?
Tomamos la decisión en conjunto, sí hicimos casting y prácticamente entre el director y yo tomamos las decisiones en conjunto. Obviamente a Dolores Heredia no le hicimos casting, fuimos por ella en directo, también le recomendé ampliamente a Ximena Romo, para que fuera la actriz que interpretara a Raquel porque es un personaje muy complejo, con un desgaste físico y emocional y lo hace maravilloso”.
Vamos al pasado ¿cuál fue tu experiencia de trabajar con Gabriel Retes quien ya falleció y fue muy importante en el cine?
Primero que nada con mucha pena que murió Gabriel este año, hablé con él antes, me había dicho que estaba mal de salud. Fue alguien que yo trataba de frecuentar, sí hice amistad con él, una persona muy bondadosa, talentosa creativa, me encantaba ir a aprenderle. Fue un honor trabajar con él en la película, me gustaba su trabajo en ‘Bienvenido welcome’, ‘El bulto’ tenerlo además interpretando el papel que de alguna manera representaba a mi papá porque ‘Casi treinta’ es casi autobiográfica”.
¿Cómo fue trabajar en tu ciudad natal?
Grabar en Obregón, las calles en donde viví y crecí, hay locaciones que lo que sucedió en la vida real lo llevé a la película, pienso que fue como un sueño ver que los actores representaban un momento importante de mi vida... Todo mundo encantado con la película, nos echaban porras, nos prestaban sus casas y bares”.
¿Cuántos empleos has generado con tus películas?
Cada película tiene su tamaño, en ‘Casi treinta’ el crew era de 120 personas y la derrama económica fue de 13.2 millones de pesos en Sonora”. Sobre los fideicomisos que ya eliminaron ¿qué nos puedes decir? “Los fondos deben de regresar. Como los quieran llamar. Porque yo no hablara de mis películas sin estos fondos que me apoyaron en un inicio... El cine de oro era una industria importante, era lo que más exportábamos y se fue destruyendo y la tenemos que levantar”.