Reino Unido.- Recientemente la exjefa de protocolo de la Casa Blanca, Capricia Penavic Marshall, ha afirmado que en una ocasión vio como la Reina Isabel II se 'rompió' en llanto frente al exmandatario de EU, Barack Obama, y su esposa, Michelle Obama, por un emotivo motivo.
En el año 2011 el entonces presidente de EU y la primera dama visitaron el Reino Unido para asistir a una fiesta en el Palacio de Buckingham, pero pensaron que sería muy importante demostrarle a la monarca su respeto y lo que valoran la unidad de ambas naciones con un regalo, uno que querían alcanzara la medida de esa importancia.
Marshall confesó que buscaron arduamente el presente perfecto sin mucho éxito hasta que se enteraron que Isabel II se encontraba coleccionando todo lo relacionado a su padre, el Rey Jorge VI, pues mantenían una fuerte unión, por lo que decidieron darle fotos, videos e incluso un broche floreal que dio su padre a una de las primeras damas durante una de sus visitas.
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El emotivo gesto al parecer dejo tan "abrumada" a la reina que no pudo contener las lágrimas frente a los Obama al ver la bella reliquia que ha usado en varios eventos importantes y la captura de los momentos que vivió su padre en el país norteamericano.
Queríamos asegurarnos de que la visita reforzaría ese vínculo tan especial que existe entre nuestro país y el Reino Unido, de forma particular con Su Majestad. El presidente y la primera dama siempre le han tenido mucho cariño, y cuando se enteraron de que mantenía una relación muy estrecha con su padre y de que coleccionaba todo lo que tuviera algo que ver con él, supimos que habíamos encontrado un regalo perfecto para ella", explicó Marshal.
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Finalmente señaló que el broche floreado la soberana del Reino Unido ha sabido usarla, pues la llevo cuando Donald Trump, se presentó en su recepción como presidente de EU, siendo este un símbolo del respeto y la amistad entre ambos países independientemente de quien sea su mandatario.
Creo que lo hizo para tener un gesto con el país al que acogía en su casa porque no deja de ser una pieza que representa un regalo presidencial, un símbolo de la unidad entre las dos naciones. Creo que la reina siempre ha tenido la capacidad de intensificar el mensaje que proyecta con estos objetos, de crear lazos más fuertes. Pero ella es la única que en realidad sabe por qué quiso ponérselo ese día", ha añadido Penavic
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Fuente: Quien