Ciudad de México. En el cuarto conversatorio de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc), los protagonistas de la transmisión fueron los cinco nominados a Mejor Largometraje Documental por su impecable trabajo, contando historias entrañables de distintas realidades que se viven en México.
Lucía Gajá, cineasta y documentalista mexicana que ha dirigido trabajos como Mi vida dentro y Soy, este último ganador del Ariel en 2004, fue la encargada de liderar la conversación con Marcela Arteaga (El guardián de la memoria), Luke Lorentzen (Familia de medianoche), Acelo Ruiz Villanueva (Oblatos, el vuelo que surcó la noche), Nuria Ibáñez Castañeda (Una corriente salvaje) y Diego Enrique Osorno (Vaquero de mediodía).
Cada uno de los nominados al Ariel 2020 hablaron un poco de su trabajo, el cual es muy distinto uno de otro por los temas que tocan. El guardián de la memoria habla de la violencia que se vivió hace algunos años en Chihuahua, sobre todo en Ciudad Juárez y cómo el personaje principal tiene que huir a Texas. En Familia de medianoche se aborda la vida de la familia Ochoa que dirige un servicio de ambulancias en uno de los barrios más acaudalados de la Ciudad de México y presenta la difícil vida de estas personas.
En Oblatos, el vuelo que surcó la noche se presenta la historia de la guerra sucia en México: seis guerrilleros deben fugarse de una prisión de máxima seguridad o morir. Una corriente salvaje explora la relación de Chilo y Omar, dos hombres dedicados a la pesca que habitan en una playa solitaria en Baja California. En Vaquero del mediodía se narra la búsqueda interminable de Samuel Noyola, poeta que inspirado por su relación con Octavio Paz, decide tener una vida de nómada, desapareciendo de la vista de todos.
Todos estos proyectos son sumamente crudos e íntimos, demostrando una realidad que va más allá de la ficción y están nominados por esos motivos.
Conviví con la familia de mi largometraje durante mucho tiempo, grabando todos los días por semanas hasta que presenté mi proyecto y me di cuenta que no estaba terminado; después volvimos a grabar durante unos 20 días y esas escenas son prácticamente el 80% de la película final”, dijo Luke Lorentzen ante la pregunta de las dificultades en las grabaciones.
Acelo Ruiz Villanueva comenzó la investigación de su largometraje aproximadamente desde 2013, trabajando por muchos años hasta lograr estrenar su proyecto, así como Diego Enrique Osorno, quien fue tras la búsqueda incansable del poeta, recolectando información en distintos lugares del país y fuera de este estando en algunas ocasiones a muy poco de dar con él.
Tomé un curso de investigadores para indagar mejor y contraté a la mejor investigadora de Monterrey; pusimos una denuncia formal por la desaparición de Samuel Noyola, pero todo fue muy difícil. Tampoco descartamos la idea de que pueda haber desaparecido por malas manos”, expresó el cineasta.
Sobre el tema de los fondos como el Foprocine y Fidecine, que están desapareciendo en México, los cinco se mostraron muy decepcionados, ya que “hacer cine forma parte de nuestra cultura”, además es vital para el desarrollo de la sociedad.
A pesar de las dificultades, los directores estuvieron algunos por más de cinco años produciendo sus largometrajes, el cual uno de ellos será el ganador el próximo domingo 27 de septiembre, la nueva fecha para los Ariel 2020, que se tuvo que cambiar por motivos de fuerza mayor.