Ciudad de México.- A lo largo de la carrera artística de Victoria Ruffo ha dejado ver su impecable talento en telenovelas como Victoria (2007), Simplemente María (1989), y La Madrastra (2005), cada entrega guarda un punto en común, y es que en todas ellas actúa un personaje que encumbra la bondad.
Sin duda, la dedicación de la esposa de Omar Fayad le bastaría para interpretar cualquier papel, sin embargo, ella se niega rotundamente a dar vida a una villana, y el argumento para no hacerlo se relaciona con una experiencia desagradable.
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Cada vez que le ofrecen un papel antagónico, Victoria los rechaza, así como no se molesta en pedirlos, ni buscarlos. La explicación para ello se remonta a su época de estudiante en el CEA de Televisa.
En ese momento, el productor Ernesto Alonso le abrió, por vez primera, las puertas de la televisión. Así, Ruffo participó en diversos melodramas hasta llegar a En busca del paraíso (1982), en donde debía personificar a una joven grosera que daba muchas cachetadas, acción que le costaba mucho trabajo a la estrella.
Por si fuera poco, la famosa confesó a la revista TVyNovelas que cada visita al dentista, supermercado, o cualquier lugar, la agobiaba, ya que la gente solía mirarla de mala manera, además de reclamarle sobre su actitud malvada. Ella se cansó de explicarle al público que en realidad no era así y optó por alejarse de los papeles antagónicos.
Fuente: El Heraldo de México.