Ciudad de México.- Ester Expósito, la actriz española de la que todos hablan por su efecto magnético que atrapa a cualquiera, mostró su lado vulnerable al confesar qué aspectos de su vida se vieron afectados con la imposición del confinamiento.
Luego de que la palabra coronavirus se escuchara por todo el mundo, las autoridades sanitarias resolvieron que la mejor manera de menguar los contagios era que cada persona permaneciera en su casa el mayor tiempo posible y restringiera las salidas a las actividades esenciales.
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Dicha dinámica ha dejado huella en cualquier persona, pues modificó la rutina y aquella convivencia con extraños y paseos sin cubrebocas quedaron en el pasado. Lo de hoy es ver el paso de los días desde el interior de los hogares y portar mascarilla como accesorio obligatorio cada vez que ponemos un pie en la calle.
En este sentido, la rubia de 21 años dijo que la pandemia la ha provisto de tiempo en exceso que utiliza para reflexionar sobre el hoy, así como lo que ha conseguido en el ayer.
Aunque la tristeza ha ensombrecido algunos momentos, la intérprete de Carla Rosón en Élite, le sacó provecho al silencio para agilizar su mente y llegar a una solución que despida los malos ratos.
Cuando llega ese pesimismo que a mí tanto me cuesta combatir, yo, que soy muy mental y racional, recurro a la fórmula de hablar conmigo misma. Me digo literalmente: '¡Calma, todo pasa y todo llegará!' Y es verdad. Pienso que muchas veces lo que nos salva no viene de fuera, sino de nosotros mismos".
Contrario a la alegría que sus admiradores notan en la estrella a través de redes sociales, ella suele experimentar tensión en consecuencia de sobre pensar las cosas, para combatirlo, se decanta por ciertas actividades, tales como bailar o pasar tiempo con sus amigas.
Le doy tantas vueltas siempre a las cosas y soy de las que están muy tensas todo el día, así que bailar, dejarme la piel en la pista con mis amigas, es algo que siempre me ha servido para desconectar".
Fuente: RTVE