Ciudad de México.- Los detalles sobre el reciente enlace matrimonial entre Christian Nodal y Ángela Aguilar continúa acaparando conversaciones. En medio de los datos sobre los invitados que asistieron a la boda, el menú y los vestidos que usó la novia, hay uno en específico que cobró más relevancia que el resto y éste es el lugar en que decidieron contraer nupcias.
La ceremonia se celebró en Hacienda San Gabriel de las Palmas, pero este sitio guarda una historia en la que está involucrada Belinda. Al parecer, la cantante llevó de viaje al sonorense a esta joya escondida en Morelos cuando aún eran novios. Se rumorea que este hotel boutique es uno de los rincones favoritos de la intérprete de Luz Sin Gravedad, incluso habría ido el pasado 14 de febrero para relajarse en El Día del Amor y la Amistad.
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Usuarios han descartado que se trate de una coincidencia y condenaron la poca originalidad y gran descaro del músico regional al haber elegido dicha hacienda para casarse con la hija de Pepe Aguilar, con quien apenas hace mes y medio había iniciado un noviazgo. Otra de las opiniones populares en redes sociales sugiere que esto sólo probaría que Nodal aún no ha superado a la protagonista de ¿Quién lo mató?
Paparazzis quisieron saber la postura de Beli en torno a este tema. Aun cuando su compromiso con el famoso termino desde 2022, los medios insisten en relacionarla con Nodal, por lo que la interceptaron en calles de Ciudad de México para cuestionarla sobre la polémica unión que ha dejado a su paso todo tipo de críticas.
La actriz se percató de inmediato de la presencia de las cámaras y micrófonos y tal como lo ha hecho en anteriores ocasiones, intentó escapar de la prensa. Para esquivarlos, corrió hacia una camioneta negra y logró colarse en los asientos de la unidad, mientras su hermano Ignacio intentaba ahuyentar a los reporteros que lanzaban preguntas del estilo: "Beli ¿Cómo tomas la boda de Nodal? Se dice que te llevó a la misma hacienda y ahora finalmente se casó con Ángela... ¿qué nos puedes decir?".
Sin pronunciar ninguna palabra, Nacho Peregrín empujó el teléfono que un comunicador metió por la fuerza a la camioneta, mientras que el trabajador ruega por una breve entrevista y le pide que no toque el celular. Sus compañeros lo defienden y le exigen que "no lo golpee". La petición es ignorada y, finalmente, la camioneta se aleja de la zona, dejando a los periodistas sin respuestas.
Fuente: Tribuna Sonora