Ciudad de México.- La reconocida actriz de TV Azteca mexicana, Ana Serradilla, recientemente brindó una entrevista en la que aclaró que no puede ver bien de un ojo, confesando que por una imprudencia de productores y de ella misma, tuvo un pequeño incidente que derivó en una severa infección en el ojo derecho, lo que la llevó a ser sometida a una operación. Lamentablemente quedó con secuelas y dio una triste noticia al respecto.
Después de abandonar sus estudios en de Diseño Gráfico en la Universidad Intercontinental, para ingresar al Centro de Formación Artística (CEFAC), y volverse actriz, sin imaginarse el gran impacto que tendría, Ana, actualmente es una de las artistas mexicanas más reconocidas por su talento y trabajo en melodramas como Las Juanas o series como Amas de Casa Desesperadas, versión en español de Desesperate Housewives.
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Pero, todo este éxito del que ahora goza no fue gratis y le ha traído consecuencias, pues ella misma ha confesado que para no descuidar su trabajo, sí ha descuidado su salud automedicándose para mitigar dolores o malestares físicos con tal de no interrumpir y atrasar grabaciones. Esta situación lamentablemente ha ocasionado que no pueda ver bien de su ojo derecho, ya que contrajo una infección severa que casi la lleva a perderlo y someterse a una cirugía de emergencia.
La actriz de Cansada de Besar Sapos, en una reciente entrevista confesó que hace varios años cometió la imprudencia de no visitar inmediatamente a un médico, después de sufrir un accidente en el set de grabaciones en Colombia, pues una máquina de humo no funcionó y al cambiarlo por quema de hojas, le cayó una briznita en su ojo quemando una parte: "Yo cometí la imprudencia y empecé a usar por mi propia cuenta cortisonas y antibióticos para sanar mi ojo de una forma más rápida y poder seguir trabajando".
Tras esto, señaló que los malestares iban en aumento, y aunque ya había ido con un médico, las cosas no mejoraban y terminó por acceder al especialista de los ojos, un oftalmólogo, el cual le dijo que podría perderlo si no la operaba de inmediato, por lo que no le quedó de otra que aceptarla: "No daban con el caso hasta que ya llegué a Bogotá y el oftalmólogo me dijo ' traes una bacteria y te tengo que operar ya o puedes perder el ojo'. Me hicieron esa cirugía y me tardé como dos años en volver a ver sin, como con una telita blanca, pero bueno son cosas que pasan".
Desgraciadamente, aunque pudieron salvar su ojo, este no quedó bien y varios años estuvo con una dificultad para poder ver, pero con total optimismo señaló que no le ha sido difícil adaptarse a esta situaciones ya que siempre ha usado lentes y ya ha vivido casos similares: "He pasado por varias cirugías láser que después no funcionan muy bien por mi tipo de ojo y por otras cuestiones físicas que no suena tan fácil, digamos que mi sistema inmune es más delicado y es más difícil sanar".
El papel de víctima es el que menos me gusta en esta vida y siento que cuando a veces te pasan cosas trata uno de superarlas y de sortearlas. Pasé por una cirugía exitosa, salí bien y hoy veo, estoy feliz y supersana, así que no pasa nada", concluyó con su caso.
Fuente: Tribuna del Yaqui