Londres, Inglaterra.- Con motivo de los 100 años de la cadena de televisión británica BBC, el Rey Carlos III hizo una aparición especial en el programa The Repair Shop, mismo donde le pidió ayuda. Aun grupo de expertos para restaurar piezas reales que se usaron con motivo del jubileo de la Reina Victoria, que antes de su madre, tenía el récord del mandato más largo de Reino Unido encabezado por una mujer. Esta aparición se hizo de acuerdo con medios británicos hace un año cuando él todavía era considerado Príncipe de Gales pero es hasta ahora que salió al aire, ya con un nuevo título real.
En esta emisión, se observa a Su Majestad hablar en torno a una pieza hecha en cerámica y un reloj que se crearon para celebrar el Jubileo de Diamante durante el siglo XVIII, rodaje donde se le ve convivir de una manera muy relajada y hasta empática, lo que ha opacado un poco sus actuales declaraciones en contra de su hermano, el príncipe Andrés y su hijo menor, el príncipe Harry Windsor de quienes busca no tengan ninguna participación en su nombre.
El protocolo real y las legislaciones de la monarquía indican que los miembros de la familia de 'sangre azul', tienen la facultad de actuar en nombre del rey o reina si es el caso, cuando ellos deban ausentarse de sus labores por enfermedad o bien, cuando se tenga que llevar a cabo un viaje al extranjero y el monarca en turno no pueda acudir, de ahí que se envíen representantes, un rol que Carlos III busca quitar de manera definitiva a su hermano, el príncipe Andrés y a su propio hijo, Harry quienes han estado en el ojo del huracán, tanto por acusaciones por abuso sexual como por haber presentado su renuncia, respectivamente.
El protocolo real se hace de esta manera con apego a una ley que fue avalada en 1937 en donde se remarca que firmar documentos reales, tomar desiciones o alguna otra actividad que el rey no pueda llevar a cabo, recaerá en su esposa o los cuatro primeros adultos que se encuentren en la linea de sucesión, donde se incluyen los Royals antes mencionados así como su hijo mayor, el Príncipe William y su sobrina, la princesa Beatriz.
En caso de modificar esta ley, los príncipes Andrés y Harry serían reemplazados por el principie Eduardo, hijo menor de Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo, así como la princesa Ana, segunda hija del matrimonio cintado y quien pese a ser mayor que Andrés, no tiene esta facultad pero ahora ya gozaría de ella dada la orden del líder de la corona británica. Dichas modificaciones lo han llevado a ser sumamente criticado pues además de marcar una clara ruptura dentro de la familia real, dejaría de jactarse como un monarca moderno y se valdría de una enmienda antigua para seguir con el distanciamiento a su núcleo.
Fuente: Tribuna