Ciudad de México.- La doctora Azucena Calvillo Carrillo ha denunciado que sufrió abusos físicos y psicológicos por parte de la Fiscalía de Durango, tras haber sido detenida bajo la acusación de atentar en contra de la vida del magistrado Héctor Silva Delfín, quién fue internado por Covid-19.
El pasado domingo 6 de diciembre se informó y circuló un video en el que un elemento de salud del hospital había tratado de asesinar a Silva, investigación que supuestamente dio hacia la doctora Carrillo, quién asegura no tenía motivos para acabar con su vida.
A razones para atentar contra la vida de un paciente que yo misma estaba atendiendo pues digo, caray. ¿qué razones tendría? Yo no tengo ninguna razón para atentar contra la vida de ningún paciente. No va con el actuar y con la profesión de un médico”, dijo Calvillo.
La médica internista aseguró fue detenida la noche del lunes 7 de diciembre y no tuvo oportunidad de realizar su llamada ni la presencia de un abogado hasta la mañana del martes 8 de diciembre, asegurando que fue una violación a sus derechos humanos.
“¿El domingo en la madrugada en dónde se encontraba usted? – Aquí en mi casa, dormida, con mi hija. Yo estaba aquí prácticamente no me había enterado de nada de lo que estaba pasando en la institución”, explicó Calvillo. "A mí me detienen el lunes, ese lunes, un poco pasadas las 9 y media de la noche. Yo me trasladaba de mi trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social y me dirigía hacia mi casa. En ningún momento se me permitió hacer una llamada telefónica, nunca vi a un abogado hasta el martes en la madrugada cuando fue la primera audiencia", agregó.
Calvillo señaló que las autoridades trataron de presionarla para que admitiera que había intentado matar al funcionario y para ello fue "torturada" y física y psicológicamente.
Presión psicológica bastante, física también y tortura. Falta que se haga justicia por la grave violación a los derechos humanos en su ilegal y arbitraria detención”, concluyó Gustavo Enrique Gasero, de la Barra de Abogados de Durango.