Múzquiz, Coahuila.- Después del derrumbe en la Mina de Micarán que ocurrió el pasado 4 de junio, han pasado varias historias de trágica búsqueda y espera. Esta vez toca hablar del perrito de José Leopoldo Méndez Sánchez y de Cucho, el perrito de Gonzalo Cruz Marín.
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Al saberse del accidente en la mina Micarán, pobladores y familias del municipio de Múzquiz se reunieron en el exterior de esta para ayudar en el rescate de los mineros atrapados. Entre temor e incertidumbre esperaban que salieran con vida pero lamentablemente ninguno de los que estaban dentro.
Entre los que esperaban afuera de la mina estaban también los fieles compañeros de cuatro patas de los mineros, perritos que se mostraban inquietos sin comprender del todo lo que estaba pasando, ellos no sabían que sus dueños no saldrían ese viernes de la ahí.
Pobladores y trabajadores de la mina cuentan que había varias mascotas que esperaban a sus dueños, en especial el perrito de Gonzalo Cruz Marín al que llamó Cucho. Dicen que el can incluso escarbaba en la entrada de la mina buscando a su dueño pero fue sacado de ahí por autoridades que traían canes entrenados para la búsqueda.
Tiempo después el cuerpo de Gonzalo fue sacado de la mina pero Cucho no se percató de ello por lo que aún cree que su dueño está en el interior y se quedó ahí, esperando.
El otro perrito que se sabe que aún espera era el amigo del fallecido minero José Leopoldo Méndez Sánchez. Su perrito es un criollo con rasgos de pastor alemán color café que aún ronda las afueras de la mina, esperando ver a su amo salir de ahí como lo hacía todos los días.
Fuentes: La prensa de Monclova, Milenio