MÉXICO

Monumento a la Revolución Mexicana: más de un siglo de historia al centro de la CDMX

EL Monumento a la Revolución Mexicana comenzó su historia en 1897, pues en esa fecha inició su construcción y ahora forma parte de los recintos icónicos de la capital

Monumento a la RevoluciónCréditos: Especial / Ilustrativa
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Ciudad de México.- En 1897, bajo el mandato de Porfirio Díaz, se comenzó la construcción de lo que pretendía ser el Palacio Legislativo Federal. Sin embargo, al ser derrocado don Porfirio con la Revolución, quedó únicamente la estructura central del edificio.  En 1922 el arquitecto Bernard propuso la idea del monumento dedicado a los héroes revolucionarios que sería llamado “Panteón de los héroes”. El entonces presidente Álvaro Obregón aceptó el proyecto pero fue asesinado en 1928 y el arquitecto murió dejando la obra inconclusa.

La historia de lo que hoy se conoce como Monumento a la Revolución comenzó en 1897. En ese año, Porfirio Díaz informó sobre el plan de construir el palacio legislativo. El plan era que la obra sirviera para conmemorar el centenario de la Independencia, en 1910, y que el recinto albergara tanto la Cámara de Diputados como a la Cámara de Senadores. Para crear la obra, Díaz lanzó una convocatoria. El proyecto ganador fue el del francés Émile Bénard, quien propuso crear un palacio a la altura del Capitolio estadounidense, pero con un estilo europeo neoclásico.

El arquitecto Carlos Obregón Santacilla fue quien propuso retomar la estructura y cambiar su significado, es así que la convirtió en un símbolo de la revolución que vivía el país. Posteriormente, en 1933 se retomó la construcción, pero soló se contempló la cúpula con 4 pilares que simbolizan los fundamentos del México independiente y revolucionario: la Independencia, las leyes de Reforma, las leyes Agrarias y las clases Obreras. Un artista mexicano, el escultor Oliverio Martínez, se encargó de diseñar cada una de esas columnas.

Monumento a la Revolución, foto: Especial

El Monumento a la Revolución se inauguró en 1938 y tenía un mirador en el que cualquiera podía subir de manera gratuita. Además, es un mausoleo para los héroes más destacados de la Revolución Mexicana. Primero, en 1942, se trasladaron allí los restos de Venustiano Carranza. Luego, en 1960 y 1969, se llevaron también los de Francisco I. Madero y Plutarco Elías Calles, respectivamente. En 1970 falleció Lázaro Cárdenas y fue sepultado en el monumento. Y finalmente, en 1976 se sumaron también los restos de Francisco Villa.

Ahora la estructura cuenta con dos miradores, en los que los visitantes pueden disfrutar de una espectacular vista de la ciudad. Para ascender se puede tomar un elevador de cristal, desde 2013 se realiza una actividad conocida como Amaneceres monumentales. donde grupos de hasta 20 personas pueden subir a la cúpula del monumento a las 6 de la mañana para observar el amanecer

Fuente: Tribuna