Ciudad de México.- La Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México informó que, con saldo blanco, 89 mil personas visitaron este martes 1 de noviembre los 120 panteones públicos, civiles y privados de las 16 Alcaldías de la capital del país, con motivo del Día de Muertos. Para proteger la integridad de las personas, el Gobierno local, a través de la dependencia capitalina y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), desplegó un operativo en los diferentes camposantos de la Ciudad.
Derivado de lo anterior, esta dependencia, a cargo de Martí Batres Guadarrama, mediante la Subsecretaría de Gobierno, la Dirección de Gobierno y el área de Concertación Política, implementó un protocolo de coordinación, a efecto de apoyar a los visitantes. Por su parte la SSC ha desplegado a 3 mil 246 uniformados, apoyados de 649 vehículos oficiales, 10 ambulancias, 15 moto ambulancias, cinco grúas y un helicóptero de los Cóndores que realizan labores de supervisión, prevención y vigilancia, en las inmediaciones de los panteones, mientras que 142 elementos de la Subsecretaría de Control de Tránsito llevan a cabo acciones necesarias para garantizar la movilidad en esas zonas.
Como parte de las acciones, los operadores de los Centros de Comando y Control (C-2) y el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C-5), monitorean cualquier acto que altere el orden público o ponga en riesgo la integridad física y patrimonial de las personas. Las acciones realizadas por el Gobierno de la Ciudad de México para proteger la seguridad de las personas que asistan a los panteones por la festividad de Día de Muertos, concluirá el miércoles 2 de noviembre.
En ese sentido, se prevé que para este 2 de noviembre asista un número similar de personas a los panteones de la Ciudad de México, por lo que las autoridades están preparadas para atender a quienes decidan seguir con esta conmemoración. Es el caso de la alcaldía Miguel Hidalgo, pues este 1 y 2 de noviembre, el panteón civil Dolores y sus asistentes serán resguardados con un dispositivo especial.
En la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre. El Día de Muertos en la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.
Fuente: Tribuna