Ciudad de México.- Resultado de las acciones de colaboración, efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México y de la Secretaría de Seguridad (SS) del Estado de México aseguraron 19 bidones con combustible de aparente procedencia ilícita y detuvieron a cinco personas que posiblemente lo sustrajeron de una toma clandestina en calles de la colonia San Juan y Guadalupe Ticomán, alcaldía Gustavo A. Madero.
Mientras oficiales realizaban funciones de seguridad y vigilancia en la avenida Río de los Remedios, fueron informados por transeúntes del lugar que unos sujetos corrían portando lo que parecían ser armas de fuego, por lo que se aproximaron al sitio indicado. Además, efectivos adscritos a la Secretaría de Seguridad del Estado de México les solicitaron apoyo, refiriéndoles que en la demarcación de la alcaldía había un domicilio en donde habían ingresado unos sujetos que perseguían, por lo cual, en el marco de la colaboración entre ambas entidades, los uniformados de la SSC realizaron una inspección en el área.
En el lugar percibieron un fuerte olor a combustible, el cual provenía de un domicilio cercano, por lo que llamaron a la puerta y al momento de ser recibidos notaron que en el sitio se encontraba un vehículo de color gris y 19 bidones con aparente combustible que estaban siendo llenados de una toma clandestina.
Por lo anterior, los uniformados realizaron la detención de cinco personas de 25, 34, 36, 39 y 41 años de edad, a quienes les fue informado el motivo de su detención y tras leerles la cartilla de derechos de ley fueron trasladados ante el agente del Ministerio Público correspondiente, quien determinará su situación jurídica. Las instituciones de seguridad de ambas entidades reiteran el compromiso de colaboración y trabajo coordinado para disminuir la incidencia delictiva y detener a los generadores de violencia.
En México, se llama huachicolero a la persona que se dedica al robo y venta ilegal de combustible (gasolina o diésel) y bebidas alcohólicas adulteradas. Esta actividad creció en la década de 2010 cuando grupos del crimen organizado en México incorporaron el robo de gasolina como parte de sus principales fuentes de ingresos.
Fuente: Tribuna