Toluca, Estado de México.- La Navidad se acerca y con ella las posadas que se realizan nueve días antes de la Nochebuena; cada día representa un valor: humildad, fortaleza, desapego, caridad, confianza, justicia, pureza, alegría y generosidad. Además de esta simbología, las posadas se conforman por distintos elementos como ponche, cánticos, letanías y romper la piñata que significa acabar con el mal y los pecados capitales, representados por los siete picos.
Entre cartón, periódico, engrudo y los coloridos papeles de china y crepé, artesanos y artesanas mexiquenses preparan las bases, enconan y decoran detalladamente miles de piñatas que alegran los hogares mexiquenses y del país. La piñata, característica de esta celebración, tiene su cuna en el Pueblo con Encanto de Acolman, ya que fue utilizada como un instrumento de evangelización, cuando los frailes agustinos recibieron la autorización para celebrar las misas de aguinaldos, que años después se convertirían en las posadas.
En la actualidad, las piñatas son el sustento de cientos de familias de artesanos, aunque también en Otumba y Cuautitlán Izcalli las realizan, Acolman es conocido porque durante todo el año se pueden adquirir estos productos. La piñata tradicional es de siete picos, con colores brillantes y forma de estrella, cada pico representa un pecado capital y los colores la tentación, transformándose de esta manera en la fe de los feligreses que profesan con el objetivo de vencer el pecado.
Los dulces dentro de la piñata representan las riquezas del reino de los cielos, por eso al romperse es la recompensa que a uno le toca. Además de ser un clásico en las fiestas de diciembre, también son un complemento divertido en fiestas de cumpleaños y otras celebraciones, pues hay artesanas y artesanos que también las elaboran de figuras de personajes, animales, frutas y todo lo que su creatividad les permita hacer.
La forma actual de las piñatas surgió en el siglo XVI en Acolman de Nezahualcóyotl, Estado de México, cuando los frailes comenzaron a celebrar las “misas de aguinaldo” o “posadas” durante los días previos a Navidad. En ellas se usaba la piñata como alegoría para evangelizar a los pobladores de la región. Actualmente, las piñatas se elaboran a partir de una olla de barro o cartón moldeado cubierto de papel colorido y se rellenan con dulces, fruta, cacahuates y juguetes. Después se rompen con un palo.
Fuente: Tribuna