Ciudad Obregón, Sonora.- Los actuales niveles de violencia que atraviesa México, contrastan con el discurso de establecer las bases para un cambio a favor de la seguridad de los mexicanos desde el 1 de diciembre de 2018 y finalizar la militarización del país, como prometía el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
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La primera mitad del gobierno de López Obrador ha dejado récords de homicidios dolosos y carga con el ‘Culiacanazo’, el fallido operativo para detener a Ovidio Guzmán. Además, existe un fortalecimiento del crimen organizado que se ha hecho más evidente con la toma de poblados, actos de violencia contra las autoridades, los secuestros y asesinatos de candidatos y la toma de casillas durante las elecciones de 2021.
El morenista ha dicho que los actos de violencia no iniciaron desde 2018 y ha aclarado que la obligación de su gobierno es bajar los niveles que le dejaron sus antecesores. No obstante, su primera mitad de sexenio es la más sangrienta de la que se tenga registro en la época moderna.
A mitad del sexenio ya no habrá guerra”, prometió López Obrador en enero de 2018 durante un mitin en Yucatán.
Aún falta mucho para llegar a la meta del presidente, pues los homicidios dolosos entre diciembre de 2018 y febrero de 2022, el país registra más de 110 mil homicidios dolosos y 3 mil 100 feminicidios y se acerca a los 156 mil ocurridos durante los seis años de Enrique Peña Nieto.
En un comparativo realizado con datos oficiales por la organización Causa Común, los 89 337 asesinatos dolosos en la primera mitad del gobierno lopezobradorista (tomando cifras de enero de 2019 a diciembre de 2021) son más del doble de los 39 mil 529 ocurridos entre 2007 y 2009 bajo el gobierno de Felipe Calderón, quien declaró la guerra contra el narco.
Los niveles de violencia del actual sexenio también superan a los de la primera mitad de Enrique Peña Nieto (entre 2013 y 2015), periodo donde se registró el asesinato de 49 mil 276 personas.
Lo más alarmante es la intensidad con la que aumentan estos delitos en la actualidad, habiendo 81 por ciento más en comparación con el sexenio de Peña Nieto, mientras el alza de homicidios en la administración del priista fue solamente de 25 por ciento.
- Rebasa a las autoridades
El asesinato de César Arturo Valencia Caballero, presidente municipal de Aguililla, Michoacán, fue el decimosexto alcalde asesinado durante el gobierno de la Cuarta Trasnformación, 23 por ciento más de los 13 ocurridos en la primera mitad del gobierno de Enrique Peña Nieto, de acuerdo a un reporte de la consultora Etellekt. Otra señal de que el crimen organizado se ha fortalecido para Luis Carlos Ugalde, exconsejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), quien denuncia que en el proceso electoral de 2021 se alcanzó un nivel nuevo de violencia política.
En 2021 vimos al crimen organizado intimidando a candidatos, asesinando a otros, promoviendo el voto a favor de algunos o secuestrando a los familiares de los candidatos o a ellos mismo para que dejarán de hacer campaña. El día de la jornada electoral, intervinieron las casillas, corrieron a los funcionarios y rellenaron las urnas”, dice Ugalde y advierte que, de no resolverse, se darán “cuenta que puede poner a sus propios candidatos y competir sin tener que sobornar a los gobernantes”.
La consultora Etellekt registró 102 políticos asesinados durante el proceso electoral del año pasado, de los cuales, 36 aspiraban a un cargo de elección popular. De esta manera, se convirtieron en las elecciones intermedias más sangrientas en la historia moderna, superando los 61 de 2015, los 35 de 2009 y los 9 de 2003. No obstante, el proceso electoral más violento sigue siendo el de 2018, con 152 asesinatos.
El gremio periodístico es uno de los más afectados por el repunte de la violencia en el actual sexenio y ha hecho que organismos internacionales como el Parlamento Europeo y la ONU alcen la voz para exigir su protección. En los primeros tres años de la actual administración suman 55 homicidios de periodistas contra los 42 documentados en el mismo periodo de Felipe Calderón y los 47 durante la primera mitad del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Fuente: Staff