Ciudad de México.- Una mujer identificada en Instagram como Adriana Mondragón, con usuario @adriwarhol, llevó a su perro a una escuela de entrenamiento, pero regresó con su mascota hecha cenizas en una urna. En la red social, la dueña explicó que 'Maple' murió y que ella nunca dio su autorización para que su mascota fuera cremada; agregó que tampoco la dejaron ver el cuerpo ni le dieron la dirección de la clínica donde el animalito fue atendido, mucho menos le mostraron fotografías o algún tipo de pruebas de lo que ocurrió.
"Así fue Maple a un campamento de ‘You Can Dog Training’ y así nos lo regresaron", denunció la mujer, quien dijo que Maple, de la raza Shiba Inu, era un perro feliz, pero que tenía problemas para socializar con otros canes, por lo que decidió inscribirlo en un programa de entrenamiento de la escuela de un hombre identificado como Antonio Ávila. Adriana dijo que la mascota presentó avances, pero que el dueño del centro insistió en profundizar más en el entrenamiento.
Por ello, sugirió una "terapia de inundación", asegurando que habría una mejora en su comportamiento. Aunque Adriana dijo haberlo pensado mucho, señaló que aceptó que su perro se sometiera al tratamiento, el cual consistía en llevarlo de campamento dos semanas; sin embargo, el can ya no regresó con su dueña. Por la madrugada del viernes, la mujer recibió una llamada de parte de la novia de Antonio, Valeria Juárez, quien le dijo que Maple habría sido mordido por una serpiente.
Me dijo que él (Antonio) iba de camino al veterinario, porque Maple había chillado y creían que lo había mordido una serpiente", detalló la dueña, quien agregó que recibió varias llamadas en la que le indicaron que en la clínica veterinaria a la que fueron no había el antídoto, por lo que buscarían otra. Adriana pidió el nombre y ubicación del lugar, pero fue ignorada.
Horas después, Valeria se comunicó con Adriana para decirle que Maple había muerto y que cremarían sus restos, algo que la dueña no autorizó. Al final se vieron en un lugar para hacer la entrega de la urna con las cenizas de la mascota; cabe mencionar que tras compartir su historia en redes, la cuenta de la escuela de entrenamiento cambió el nombre de su página, además de borrar las fotos que tenían de Maple y bloquearon de Instagram y WhatsApp a Adriana.
Tras hacerse viral la historia, la mujer dijo que muchas personas le alertaron que esta es una nueva modalidad entre supuestos cuidadores y pensiones caninas, quienes hacen pasar por fallecidos a los perros para revenderlos o bien, utilizarlos para las cruzas y vender a los cachorros. Por tal motivo, Adriana presentó su denuncia ante la Fiscalía de Investigación en Delitos Ambientales y en Materia de Protección Urbana de la Ciudad de México, esperando que Maple pueda encontrarse con vida.
Fuente: Tribuna