Ciudad de México.- Todos los conductores que transiten por las calles de la Ciudad de México están obligados a respetar el Reglamento de Tránsito de la Ciudad, de lo contrario podrían hacerse acreedores a infracciones y su vehículo podría terminar en el depósito vehicular, mejor conocido como corralón. En ese marco, manejar un auto en la capital es todo un reto, pues cada persona se tiene que enfrentar a manifestaciones, el intenso tráfico, además del mal estado de algunas vialidades.
Entre las razones por las que un oficial de tránsito de la Ciudad de México puede remitir un automóvil al depósito vehicular destaca el no respetar el paso peatonal o las áreas exclusivas para ciclistas, así como las designadas para el transporte público. También por estacionarse en lugares prohibidos. Como hacerlo frente a un banco o una rampa, al tapar la salida de vehículos de emergencia o tomas de bomberos. Un ejemplo de esto, es el no cumplir con el programa “Hoy no Circula”, el conductor que sea sorprendido no tendrá más que recoger su auto en el corralón.
Otro motivo para que las grúas se lleven un vehículo es que este circule sin placas y no tenga seguro, el cual solo cuesta 987 pesos. La última razón es porque el conductor de positivo a la prueba del alcoholímetro, en ese caso, el vehículo quedará confinado y el chofer deberá cumplir con una sentencia de hasta 36 horas en el llamado “Torito”. En ese sentido, muchas personas no se dan cuenta, hasta que su vehículo ya está en un depósito. Es por esa razón que se mostrará el proceso para conocer la ubicación de una unidad en estos casos.
En ese sentido, lo primero que se debe hacer es llamar a LOCATEL, al 56 58 11 11, o desde celular, al 119, para que indiquen en que corralón se encuentra el auto. Después, el titular o propietario del vehículo, deberá ocurrir con la siguiente documentación: tarjeta de circulación e identificación oficial. Si el automóvil no está a su nombre, deberá acreditar la propiedad, mediante la cesión de derechos correspondientes. En los corralones, se condiciona el pago de la infracción y de arrastre de grúa, a que el vehículo no tenga adeudos por el pago de tenencia, ni de infracciones al Reglamento de Tránsito.
Por otro lado, las infracciones que no ameritan un traslado al corralón son el estacionarse en doble fila, circular a exceso de velocidad o no respetar los señalamientos o los semáforos. Sin embargo, sí ameritan una multa. Es así que las autoridades de la Ciudad de México trabajan para evitar el registro de accidentes vehiculares, el cual ha aumentado en los últimos meses, lo que ha provocado la muerte de cientos de personas.
Fuente: Tribuna