Ciudad Obregón, Sonora.- Más allá del discurso oficial, que asegura que el gobierno federal actual tiene un gran interés en las energías renovables y limpias, la realidad es que México se encuentra lejos de desarrollar modelos de generación eficientes y, de paso, cumplir con los compromisos internacionales.
Por ejemplo, el año pasado la generación de energía limpia se redujo en 1.8%, de acuerdo con los análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Si bien hubo un crecimiento sostenido de 2017 a 2021, el año pasado frenó en seco por la caída de la producción de energía eólica y solar.
Esto tiene implicaciones negativas para la transición energética del país, así como la provisión de energía confiable y a precios competitivos que detone el crecimiento y la inversión”, expone la organización de la sociedad civil en sus análisis.
Esto es un problema debido a que la energía producida mediante fuentes con una huella alta de carbono llegó al 73.9%, prácticamente nueve puntos porcentuales debajo de la meta establecida en las leyes locales y, sobre todo, en el Acuerdo de París, el cual puntualiza que loa países firmantes deben generar 35% de su electricidad mediante tecnologías limpias.
Para llegar a tales cifras, el gobierno apostó por la producción a través de hidroeléctricas, que, de acuerdo con los expertos, no es una buna noticia si lo que se busca es cumplir con los estándares internacionales, ya que, si bien se consideran dentro de la producción limpia, tienen un gran impacto en la disponibilidad del agua en el país.
Los datos de la Cenace detallan que si bien la generación solar y eólica crecieron a mayor tasa que el resto de modelos de producción, tanto el año pasado como en 2021 se redujo su participación, lo que complica el satisfacer los requisitos para que México se considere una nación que combate el cambio climático.
De no acelerar el despliegue de energías bajas en emisiones, el país se convertirá en uno menos competitivo, particularmente en un contexto en el que ofrecer energía limpia es tan importante como la confiabilidad del sistema eléctrico o los precios de la energía”, apunta el IMCO.
- Pocos recursos
Pese a que el tiempo apremia, el gobierno mexicano mantiene bajo el pulso, pues para el próximo año propuso un gasto bajo para ayudar a la transición energética.
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 (PPEF), el recurso proyectado para la Estrategia de Transición para Promover el uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios es de 10 mil 647 millones de pesos, un 3.4% más con respecto a lo gastado este año.
Además, explica México, ¿Cómo Vamos?, el 96.2% de dicho recurso terminaría en manos de la Comisión Federal Electricidad (CFE), que liderará los proyectos de inversión de infraestructura, tanto los públicos como los privados.
Entre los proyectos considerados está la rehabilitación de una central hidroeléctrica, seis más de ciclo combinado y una línea de transmisión, que se prevé incorpore al Sistema Eléctrico Nacional casi poco más de tres mil ochocientos megawatts.
Mientras, para apuntalar el desarrollo de las energías renovables sólo se contaría con 286.2 millones de pesos.
- Dudas
En junio, la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), dio a conocer que mientras la mayoría de los firmantes del Acuerdo de París han ofrecido datos alentadores, no es así en el caso de México.
Para Jorge Castañeda, analista en temas energéticos, el problema es que el gobierno actual ha obstaculizado las inversiones en renovables “además de no dar certeza jurídica, indispensable en inversiones tan grandes”.
La suspensión de subastas energéticas a largo plazo, que permitieron hace tiempo garantizar precios ultra competitivos, fue el primer freno, al que se le ha sumado la insistencia de la CRE a no otorgar permisos de generación en número suficiente y con la rapidez debida.
“Para solucionar las exigencias internacionales, el gobierno nos regaló otra de sus maravillas. Para decir que México está cumpliendo los compromisos de generación limpia de los Acuerdos de Paris, de un plumazo clasificó parte de la energía que producen los ciclos combinados alimentados con gas natural como energía limpia bajo el argumento que a esas turbinas las hace girar el vapor producido por el primer ciclo de estas plantas”, añade Castañeda.
Por su parte, el investigador Juan Carlos Machorro añade que la insistencia mexicana de utilizar combustibles fósiles y gas para producir energía “va literalmente en sentido contrario al resto del mundo al adicionar capacidad en lugar de reducir, para luego eliminar la generación a través de estos métodos”.
En el caso de la utilización de carbón, México no tiene un plan de salida y así es difícil apoyar realmente a las renovables”, sentencia.
Por ejemplo en el tema solar, se está construyendo el parque fotovoltaico más grande de la región, pero va a tardar dos años, por lo cual no se alcanzará la meta", Hugo Castro Gerente de Energía y Sustentabilidad de Coparmex.
- Energías producidas en 2022:
Fósiles: 73.9%
Limpias: 26.1%
De las cuales:
Solar: 4.9%
Eólica: 6.1%
Nuclear: 3.2%
Geotérmica: 1.3%
Hidro: 10.6%
Fuente: Tribuna