Acapulco, Guerrero. - El huracán Otis, considerado el más poderoso que ha azotado México en la historia de ese estado, tocó tierra en las primeras horas del miércoles 25 de octubre, dejando una estela de destrucción a su paso, especialmente en el puerto de Acapulco y el estado de Guerrero. A pesar de que se debilitó horas después, las autoridades advierten sobre la posibilidad de inundaciones y deslizamientos de tierra. Los expertos señalan que el cambio climático está intensificando la formación de tormentas como Otis, lo que representa un riesgo creciente para las zonas costeras.
El huracán tocó tierra a las 00:25 horas como categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos de 266 km/h, lo que lo convierte en el huracán más fuerte que jamás haya impactado esta nación. Su impacto inicial se produjo en el puerto de Acapulco y a lo largo de la Costa Grande de Guerrero. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró que las comunicaciones con las zonas afectadas se habían perdido por completo debido a los cortes en el suministro eléctrico. A pesar de que se reporta un "saldo blanco" hasta el momento, la situación en las áreas afectadas sigue siendo incierta.
El huracán Otis se debilitó después de tocar tierra, pero aún representa una amenaza, ya que está generando marejadas ciclónicas potencialmente mortales y azotando la costa del Pacífico sur de México con olas masivas. Los vientos huracanados continuarán afectando la región durante las próximas horas. A pesar de que se espera que el huracán se disipe esta tarde, la posibilidad de inundaciones y deslizamientos de tierra sigue siendo alta.
Los expertos advierten que el cambio climático, al calentar los océanos, proporciona combustible adicional para la formación de tormentas más intensas. Este aumento en la intensidad de las tormentas representa un peligro creciente para las zonas costeras, ya que las tormentas pueden fortalecerse rápidamente justo antes de tocar tierra.
Las imágenes y videos compartidos en las redes sociales muestran la magnitud de los daños causados por Otis. La Costera Miguel Alemán en Acapulco presenta inmuebles con techos colapsados, estructuras dañadas e inundaciones en la avenida principal y calles aledañas. Hoteles, edificios públicos, hospitales y viviendas han sufrido daños severos. Los fuertes vientos han provocado vidrios rotos en casas, hoteles y establecimientos, generando temor entre los turistas varados en los pisos superiores debido a las inundaciones en los niveles inferiores.
A pesar de la disminución de su intensidad, Otis ha causado devastación en Acapulco y otras regiones de Guerrero. La atención ahora se centra en las labores de rescate y en proporcionar ayuda a las comunidades afectadas. La intensificación de las tormentas, impulsada por el cambio climático, subraya la importancia de la preparación y la mitigación de desastres en las zonas costeras de México y en todo el mundo.
Fuente: Tribuna