Acapulco, Guerrero.- El huracán Otis ha dejado una estela de devastación a su paso por las costas de Acapulco, convirtiéndose en una de las tormentas más destructivas que ha azotado esta región en años. Categorizado como un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, la más alta que existe, este fenómeno natural ha dejado tras de sí una serie de desafíos a los que las comunidades afectadas se enfrentan, incluyendo la terrible pérdida de vidas humanas y propiedades.
El miércoles 25 de octubre, en medio de la madrugada, las costas de Acapulco se vieron azotadas por la furia de Otis. Fuertes vientos, lluvias torrenciales y la destrucción generalizada marcaron el inicio de una tragedia que ha afectado a toda la región. Calles y hoteles quedaron destrozados, los sensores de alerta sísmica sufrieron daños, árboles fueron derribados, carreteras bloqueadas y la comunicación interrumpida. Pero, sobre todo, hogares enteros fueron derrumbados, y muchas familias perdieron a sus seres queridos.
En el corazón de esta tragedia se encuentra el desgarrador testimonio de una madre valiente. Su hija, junto con otras cuatro personas, quedó sepultada bajo los escombros después de que su vivienda en la comunidad La Nueva Era colapsara debido a la furia del huracán Otis. El relato de esta madre es una historia de determinación y lucha en medio de la adversidad.
La madre, cuyo nombre no ha sido divulgado públicamente, tuvo que tomar la iniciativa. Ante la falta de respuesta y apoyo de las autoridades, decidió tomar medidas en sus propias manos. Su objetivo era rescatar el cuerpo de su hija, que había quedado atrapada bajo toneladas de cemento y escombros.
Lo que siguió fue una búsqueda desesperada de ayuda y equipo de rescate. En su relato, ella expresó con angustia que los cuerpos de las personas atrapadas en los escombros se estaban descomponiendo debido a la falta de refrigeración adecuada. Sin luz eléctrica y con las condiciones de humedad que prevalecen después del paso del huracán, la situación se volvió aún más crítica. La madre explicó:
Mi hija ya venía en un estado de descomposición, desgraciadamente, ya un poco más avanzado, por la humedad y los escombros donde estaba. La metieron en una cámara fría sin luz, ¿cómo se va a conservar así el cuerpo? El olor sale hasta acá en las calles
Muchos otros habitantes de la zona han perdido a sus seres queridos y sus posesiones debido a los deslizamientos de tierra y derrumbes causados por Otis. Familias enteras han quedado sepultadas bajo los escombros de sus hogares, y la necesidad de asistencia y apoyo se vuelve cada vez más urgente.
Hasta el 30 de octubre, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, confirmó que al menos 45 personas habían perdido la vida debido al huracán Otis. Además, 47 personas aún no han sido localizadas. Las autoridades han intensificado los esfuerzos de búsqueda y rescate en colaboración con la Secretaría de Gobernación, las comisiones nacionales y locales de Derechos Humanos y la Comisión Nacional de Búsqueda.
La gobernadora Salgado declaró que se han desplegado un total de 30 brigadas, inicialmente comenzaron con 23. Gracias a estos equipos, se han localizado a 152 personas que han logrado restablecer contacto con sus familias. No obstante, se teme que las cifras de víctimas puedan aumentar en los próximos días a medida que continúen las labores de búsqueda y rescate.
Fuente: Tribuna