Ciudad de México.- El panorama laboral en México está a punto de experimentar una transformación significativa con la aprobación de la iniciativa que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. Este cambio, propuesto por la diputada morenista Susana Prieto Terrazas en marzo, ha superado obstáculos y tropiezos, llegando a una fase crucial que determinará el futuro de millones de trabajadores mexicanos.
La iniciativa, que originalmente estaba programada para discutirse a finales de abril, sufrió varios retrasos hasta que, finalmente, en octubre, se decidió realizar foros de parlamento abierto. Estos foros, que contaron con la participación de académicos, magistrados, empresarios, trabajadores y dirigentes sindicales, jugaron un papel fundamental en la resolución y consenso que se alcanzó esta semana.
La propuesta, que reformaría el artículo 123 constitucional en materia de jornada y descanso laboral, implica la implementación de dos días de descanso obligatorio por cada cinco días de trabajo, con pago íntegro. Esto reduciría la jornada laboral a 40 horas semanales, un cambio que, según los defensores de la iniciativa, no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también podría aumentar la productividad.
Recientemente, el dictamen fue aprobado en la Comisión de Puntos Constitucionales, marcando un hito en el proceso legislativo. La Junta de Coordinación Política (Jucopo) anunció que enviará las conclusiones y los libros blancos del parlamento abierto a la Mesa Directiva para continuar el trámite legislativo. Se espera que la propuesta se someta a discusión en el pleno antes del 15 de diciembre de 2023, fecha en que concluye el actual periodo de sesiones.
Si la iniciativa es aprobada en la Cámara de Diputados, el siguiente paso será su votación en la Cámara de Senadores. Luego, el proceso se dividirá en dos fases: la modificación a la Constitución y los cambios a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para definir las reglas de implementación. A pesar de los avances, aún quedan obstáculos significativos, ya que la iniciativa deberá ser aprobada por al menos el 51 por ciento de los congresos locales.
La diputada Susana Prieto Terrazas celebró el consenso alcanzado y destacó los beneficios que, según ella, la reducción de la jornada laboral podría aportar a la productividad. También hizo hincapié en que el incremento en el costo para los empresarios sería mínimo, representando menos del 2 por ciento del costo de los productos. En contraste, el diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Tereso Medina Ramírez, instó a los empresarios a ver la reducción de la jornada laboral como una inversión en la productividad y en la mejora de los salarios de los trabajadores.
¿Cuándo Podríamos Ver Estos Cambios en Vigor?
Si bien la aprobación antes del 15 de diciembre de 2023 marcaría un paso significativo, la implementación completa de la reducción de la jornada laboral aún requerirá tiempo. Después de la aprobación en ambas cámaras, se deberá definir la gradualidad de la implementación y la flexibilidad de la norma. Además, la iniciativa deberá superar el desafío de la aprobación por parte de los congresos locales.
El hashtag #YoPorLas40Horas ha surgido en redes sociales como muestra de apoyo a la iniciativa, reflejando el interés y la movilización de la ciudadanía en torno a mejorar las condiciones laborales en México. Con este cambio, México podría unirse a Ecuador y Chile como el tercer país de América Latina en adoptar una jornada laboral de 40 horas semanales. El resultado final de esta iniciativa podría dar forma a un nuevo estándar para el mundo laboral mexicano, marcando una era de transformación y adaptación a las necesidades cambiantes de los trabajadores.
Fuente: Tribuna