Yucatán.- ¿Sabías que Chichén Itzá pasó mucho tiempo siendo propiedad de particulares? ¡Así es! La aclamada zona arqueológica no siempre estuvo en manos del Gobierno de Yucatán. De hecho, perteneció a hacendados, exploradores estadounidenses y empresarios importantes. Esto fue motivo de conflicto, por supuesto. Tanto las autoridades de México y de Yucatán hicieron de todo para cambiar el estatus del sitio.
Muchas disputas ocurrieron antes de que Chichén Itzá cambiara de 'dueño'. Fue en 2010 que finalmente Chichén Itzá quedó bajo el resguardo del gobierno estatal. Aunque no lo creas, todo comenzó en 1935, cuando un hombre llamado Fernando Barbachano Peón, quien compró la tierra a los herederos de un explorador estadounidense que se dedicaba a saquear el Cenote Sagrado, de donde extrajo 3 mil piezas importantes y las vendió al extranjero.
El Gobierno de Yucatán emprendió varios intentos de recuperar Chichén Itzá, pero todos ellos fallaron. Una vez que Barbachano falleció, las ofertas comenzaron otra vez. De hecho, Vicente Fox ofreció pagar 8 millones, pero no recibió respuesta. Las esperanzas nunca decayeron. Las autoridades se enteraron de que la familia pedía un monto de 750 millones de pesos para ceder Chichén Itzá, pero la cifra era demasiado alta.
Tiempo después, Ivonne Ortega Pacheco, gobernadora del estado, siguió con las negociaciones y consiguió que el precio descendiera a 220 millones de pesos mexicanos. Ese fue el precio por el que Hans Jürgen Thies Barbachano vendió el patrimonio que por tanto tiempo perteneció a su familia.
Actualmente, Chichén Itzá es considerada una zona arqueológica con mucha relevancia que cada año recibe millones de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Es un sitio protegido y al que suelen dedicarle trabajos de restauración. Su carga cultural e histórica es tan valiosa que se ha ganado el título de una de las siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno.
Fuente: Tribuna Sonora