Ciudad de México.- Este 14 de febrero se celebra el Día del Amor y la Amistad, fecha en que los enamorados suelen reunirse y tener citas románticas, además de disfrutar todas las facetas de una relación de pareja. Sin embargo, pocos saben que el pasado 13 de febrero se celebró el Día Internacional del Condón, el cual no se difunde de manera adecuada y es imprescindible para evitar embarazos adolescentes no deseados.
En ese marco, tanto la Ciudad de México, como el Estado de México se encuentran en los primeros de registro de embarazos en adolescentes del país. La importancia de esto radica en la información sobre la protección sexual, pues entre enfermedades mortales causadas a este acto de la naturaleza, hasta embarazos no deseados. Se debe mencionar que la entidad mexiquense se encuentra entre las siete de este país que cuentan con más casos de VIH SIDA, ocupando el 8.6 por ciento de personas portadoras de este virus.
Además, también se encuentra en el tercer lugar en cuanto embarazos adolescente, con el 8.5 por ciento del total, solo por debajo de la Ciudad de México y Jalisco, lo anterior de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y geografía (Inegi). El embarazo adolescente es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como un problema de salud pública por las complicaciones que genera al convertirse en embarazos de alto riesgo, representando una de las principales causas de muerte materna.
El embarazo en los adolescentes afecta negativamente la salud, la permanencia en la escuela, los ingresos presentes y futuros, el acceso a oportunidades recreativas, sociales y laborales especializadas y de calidad y el desarrollo humano. Además del embarazo, tener relaciones sexuales sin protección implica un riesgo permanente de adquirir una infección de transmisión sexual.
Es por ello que el Gobierno de la República está desarrollando la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), producto del trabajo conjunto de 16 dependencias del Gobierno Federal y de la participación de organizaciones de la sociedad civil, de organismos internacionales y de personas expertas del ámbito académico, en esta temática.
Fuente; Tribuna, Inegi, OMS