Ciudad de México.- El 3 de mayo de 2021 es una fecha que todos los capitalinos recordarán, pues fue la fecha en que se desplomó el Metro de la Ciudad de México, la fecha en que 27 familias perdieron a un ser querido y la fecha en que comenzó el caos en la alcaldía Tláhuac, este miércoles en punto de las 22:15 horas se cumplirán dos años de una de las mayores tragedias en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
En los últimos 24 meses han pasado muchas cosas, desde promesas de las autoridades para atender a las víctimas, encarcelar a los responsables y conocer las causas. Sin embargo, ninguna de estas tres cosas ha pasado, pues, de todos los afectados por el terrible accidente, pocos han recibido la indemnización prometida por las autoridades, esto a pesar de que ya se ha firmado el 90 por ciento de los acuerdos reparatorios.
En cuanto a los responsables de este lamentable hecho, solo algunos han terminado tras las rejas. Sin embargo, los responsables de este medio de transporte en aquel año siguen en las calles, tal es el caso de Florencia Serranía, quien hasta ese momento fungía como directora general del STC cuando se desplomó la llamada Línea Dorada, pues la única consecuencia fue la renuncia a su cargo apenas unos días después de lo sucedido.
Otro nombre que sale a la luz es el de Marcelo Ebrard, quien era el jefe de Gobierno de la Ciudad de México y quien, acompañado del también exmandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, inauguraron con bombo y platillo la Línea 12, lo anterior a pesar de la serie de retrasos y el mal estado de la nueva ruta, la cual estuvo fuera de funcionamiento más de un año después de su inauguración. Ambos se encuentran en cargos públicos, pues uno es senador y el segundo es el actual secretario de Relaciones Exteriores y tiene en la mira la presidencia de la República.
Pero eso no es todo, pues en la búsqueda de obtener respuestas, el Gobierno de la Ciudad de México contrató a la empresa danesa DNV para realizar las investigaciones y elaborar un dictamen sobre las causas de este incidente, el cual se dividió en tres partes y dio respuestas sobre la fragilidad de la infraestructura de esta Línea 12, lo cual fue secundado por el Colegio de Ingenieros de México.
A pesar de este gran avance, el tercer dictamen causó polémica, pues, no era lo que el Gobierno de la Ciudad de México quería escuchar y tachó al documento de tendencioso, por lo que se terminó de inmediato la relación con la empresa danesa. Ahora, la Línea 12 está en miras de regresar a las operaciones, pero nada borrará de la memoria de cada capitalino la noche en que se desplomó el Metro.
Fuente: Tribuna