Ciudad de México.- En junio se conmemora el jueves de Corpus Chisti, se trata de una tradición de la religión católica que se arraigó de una manera diferente en México, pues también es conocida como el Día de la Mula, pues ahora los niños se visten con mantas y huaraches para conmemorar el día. La fiesta se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección. El objetivo es recordar que en la Sagrada Eucaristía se encuentra el cuerpo de Cristo.
Son dos versiones sobre la razón de que se le conozca como Día de las Mulas, de acuerdo con la iglesia católica, una mula se arrodilló ante la Sagrada Eucaristía que le presentó San Antonio de Padua, lo que logró que este personaje se convirtiera. En cuando a la segunda versión, es una un poco más sencilla, pues estos animales transportaban los elementos que se ofrendaban y estaban en la peregrinación.
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En ese sentido, Corpus Christi significa ‘Cuerpo de Cristo’ en latín y la fecha se estableció para celebrar la presencia de Cristo en la eucaristía, que tuvo lugar el Jueves Santo, durante la última cena, cuando Jesucristo convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre, e invitó a los apóstoles a comulgar con él. En México, la festividad se celebra el Jueves de Corpus Christi, el origen se remonta a la llegada de los misioneros a tierras mexicanas, en el siglo XVI.
En esos tiempos, los aristócratas y el virrey vestían con sus mejores atuendos, mientras que los que tenían menos recursos estrenaban ropa, sombreros, mientras que las mujeres blusas bordadas y se trenzaban el cabello. Asimismo, usaban collares. En cuanto a los niños, utilizaban mantas y huaraches para asistir a la conmemoración. Los que venían de más lejos traían sus ofrendas en burros, por la cantidad de estas especies, se le comenzó a llamar ‘El Día de las Mulas’.
Origen de la fiesta
De acuerdo con la iglesia católica Dios utilizó a santa Juliana de Mont Cornillon para propiciar esta fiesta. Juliana, desde joven, tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre añoraba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haberse intensificado por una visión que ella tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.
Fuente: Tribuna