Ciudad de México.- Un grupo de militares dispara contra un vehículo sospechoso, desde el que salieron también balas, el auto colisiona y, como ocurre cotidianamente en este país, los soldados detienen a otra célula del crimen organizado: un día más en la oficina.
Pero, ahí no culminan los hechos, pues los elementos castrenses deciden someterlos a base de golpes y otras agresiones físicas, luego, esposados, les disparan y asesinan. Sí, se trataba de sicarios, pero que ya habían sido reducidos, desarmados y heridos.
Te podría interesar
Una ejecución extrajudicial más para un Ejército que no termina por respetar los derechos humanos y mantiene la potencia de su fuego en contra de civiles, que, en lugar de entregar a las autoridades, asesina.
Los hechos narrados ocurrieron el 18 de mayo pasado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y el martes fueron revelados por medios internacionales, que presentaron un largo video con la secuencia completa.
Ante pruebas tan contundentes, al presidente Andrés Manuel López Obrador no le quedó otra opción que reconocer el más que posible delito de alto impacto realizado por miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Al parecer sí hubo ajusticiamiento, y eso no se puede permitir. Nosotros no somos iguales a los anteriores gobierno”, expuso en su conferencia matutina de ayer.
El mandatario agregó que hubo “exceso de fuerza, violencia, buscando enfrentar la violencia con violencia”, algo que, a su entender, “se introdujo en el periodo neoliberal y que debe irse desterrando”.
Esto lo comentó antes de, fiel a su costumbre, responsabilizar al pasado de lo que ocurre en la actualidad, al tiempo de asegurar que, en su gobierno, si bien continúan las ejecuciones extrajudiciales, “son casos aislados y, cuando se dan, se castigan, no se permiten. O sea, no somos iguales”, sentenció.
Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, dijo a El País que “el personal militar debe estar bajo arresto, pues hay evidencia contundente y eso amerita el arresto inmediato del personal, al menos bajo el fuero militar, respetando sus derechos humanos”.
Ramos pidió que los involucrados sean presentados rápidamente a declarar, pues sólo así se podrá esclarecer por qué los jefes militares presentaron un informe de los hechos alterado y con mentiras, asegurando que los civiles murieron en el fuego cruzado.
Cabe recordar que, en febrero pasado, ya el Ejército estuvo involucrado en un hecho similar, también en Nuevo Laredo, cuando militares asesinaron a varios jóvenes desarmados y también alteraron tanto su reporte como la escena del crimen.
Por ese caso hay cuatro soldados procesados.
- “El mismo de antes”
Pero esa visión positiva del presidente López Obrador, que asegura que el Ejército bajo su mandato es uno muy diferente al que solía en tiempos de Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón, no es compartida por muchos. Menos por los expertos.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) expuso a través de sus redes sociales que “aunque se diga lo contrario, el Ejército es el mismo de antes. Sus elementos cometen ejecuciones y luego siembran armas para encubrir. Como en Tlatlaya, los hechos solo se investigan porque hay investigación periodística y trabajo de sociedad civil, actores a los que el presidente descalifica. FGR es complaciente y solo indaga si hay anuencia de SEDENA. En México el Ejército sigue violando derechos humanos”, apuntó.
Las palabras fueron similares a las vertidas por la Organización Mundial de las Naciones Unidas en su capítulo de Derechos Humanos, que mostró su preocupación por el irrespeto de la milicia a los derechos humanos.
Por su parte, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos apunto que “las ejecuciones extrajudiciales no son cosa del pasado. Se demostró cómo actúan las fuerzas armadas bajo el amparo de la estrategia de seguridad militarizada”.
Entretanto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio a conocer que inició una investigación sobre la actuación de la Sedena, misma que también lanzó un comunicado asegurando que coadyuvará en lo necesario para esclarecer los hechos y hacer justicia.
- Gravedad
Para Pablo Ferri, periodista de El País que ha dado seguimiento a los temas descritos, los hechos se tornan más graves al pasar en Nuevo Laredo, de nuevo, y también porque la forma de operar de los grupos de militares es similar, es decir, existe ya un proceso.
La organización México Unido Contra la Delincuencia expuso que los hechos “no son aislados, sino que se suman a casos anteriores donde los militares han demostrado que usan la fuerza letal como respuesta, en lugar de sujetarse a los límites legales que permitan una verdadera persecución, investigación y sanción del delito”.
Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana, explicó la crisis que viven Tamaulipas y en particular Nuevo Laredo con el actuar de las fuerzas armadas que “tienen una proporción de 3.7 personas muertas por cada persona herida en cada enfrentamiento. En Tamaulipas, hasta 19 personas muertas por cada persona herida. Y en Nuevo Laredo, 28.8 por cada persona herida”
23 mil personas reportan anualmente agresiones por parte de militares
3.7 personas mueren por cada herido en enfrentamientos entre civiles y militares
798 civiles murieron en enfrentamientos de diciembre de 2018 a diciembre 2022
De no haberse revelado el video, el ejército hubiera ocultado el caso como lo ha hecho en cientos de eventos reportados como enfrentamientos. El patrón recurrente es: ejecución extrajudicial, siembra de armas, reportar enfrentamiento, ninguna investigación”, Jacobo Dayan, Académico.
Fuente: UIA, Sedena, Inegi