Ciudad de México.- Los desaparecidos son un lastre terrible para México; desde que se inició la lucha frontal contra el crimen organizado, las personas que acaban en el limbo se acumulan por miles.
Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto sembraron una crisis de desapariciones terribles, cuyos resultados vemos hoy con espanto a través de fosas clandestinas y cementerios del narcotráfico, que lo mismo los hicieron en la selva, que en el desierto o en fraccionamientos populares.
Con Andrés Manuel López Obrador las cosas no cambiaron, incluso algunos alegan que fueron a peor, tanto en la cantidad de personas a las que se les perdió el rastro, como en las fallas del sistema de apoyo institucional a los familiares.
De hecho, de acuerdo con la organización A Dónde Van los Desaparecidos, el Gobierno morenista ya superó en número de víctimas de desaparición a los de los citados Calderón y Peña Nieto; la cifra de la asociación civil es de 42,029 casos del 1 de diciembre de 2018, fecha en que López Obrador asumió la presidencia hasta el 24 de mayo pasado.
La escandalosa cifra da un promedio de 25 personas diarias cuyo paradero se ignora, es decir, un desaparecido cada hora.
Oficialmente, hay más de 110 mil personas desaparecidas, pero la realidad, conforme a investigadores y especialistas, puede ser mucho peor, pues el Registro Nacional presenta deficiencias importantes y, por ende, sus datos son vagos.
La cifra que ahí se reporta son las personas que permanecen desaparecidas. Si mañana el Estado encuentra a todos, diríamos que la cifra es cero. Pero no representan el fenómeno completo. ¿Cuál debería ser la cifra entonces? El número de personas que siguen desaparecidas más las que fueron encontradas con o sin vida, pero que también fueron desaparecidas”, explica Jacobo Dayán, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
Para el experto, otro gran problema que no permite tener el panorama completo de la crisis es la cifra negra de casos en los diferentes estados: “los colectivos de búsqueda nos dicen que, cuando comparas el número de desaparecidos en cualquier estado, la cifra de los colectivos es mucho mayor que el reportado por las fiscalías”.
- Promesas rotas
El 24 de marzo de 2019, pocos meses después de asumir como presidente de la República, López Obrador prometió que el Estado haría todo por ayudar a los familiares de desaparecidos: “Vamos a dedicar todo lo que se necesite, el Estado mexicano se va a dedicar a la búsqueda de desaparecidos. No solo es un asunto de una comisión, que ya se integró, sino que es una responsabilidad de Estado, es decir, todo el gobierno, ese el compromiso, que no falten los recursos, no hay límite presupuestal, no hay techo financiero, es lo que se requiera”, dijo.
La promesa se fue diluyendo poco a poco, hasta llegar a una actualidad en donde las familiares de desaparecidos le reclaman su olvido, su distancia y su frialdad, ya no digamos haber incumplido con su palabra.
Historias de colectivos de búsqueda que relatan cómo no reciben apoyo, cómo se les deja solas en muchas de sus salidas a campo, de cómo solicitan respaldo y únicamente obtienen desprecio, abundan.
La visita de Estela de Carlotto, líder de las Abuelas de la Plaza de Mayo de Argentina, a Palacio Nacional causó conmoción entre estos grupos, sobre todo de los que conforman madres buscadoras a lo largo y ancho del país, quienes vieron en ese recibimiento un desprecio hacia ellas por parte de López Obrador, que sí puede recibir a una activista extranjera, pero no a las de su propio país.
A través de varios comunicados, los colectivos le insistieron a López Obrador que su interés de verlo no es político sino humanitario, algo que el presidente pareció no considerar, pues ha insistido desde entonces que sus opositores utilizan el tema para golpearlo.
Cuestionado ayer en su conferencia matutina, el presidente rechazó haber quedado a deber a las madres buscadoras, pues a su entender su gobierno “ha hecho todo y seguirá trabajando”. López Obrador aseguró que en sus giras aprovecha para “hablar” con madres y familiares de desaparecidos, por lo que “no permitiremos que se utilicen estos casos tan lamentables, tristes, dolorosos, con propósitos politiqueros”.
A su estilo, el mandatario ve una campaña en su contra y el uso “de manera vil” de las madres buscadoras: “están utilizando de manera vil todo lo que les ayude a atacar al gobierno”.
Expresamente sobre si recibirá o no a las familias de personas desaparecidas, el presidente evadió responder directamente y aseguró que “todo el tiempo son atendidos” tanto en la Secretaría de Gobernación, no sin antes apuntar a que la reunión que le solicitaron tiene “propósito manipulador” que lo importante es lo mucho que hace su gobierno, pues lo demás “es politiquería, es publicidad”.
En respuesta a tales dichos, Ceci Flores, líder buscadora en Sonora y el país, los calificó como de “apatía e insensibilidad”. “Señor presidente, las madres buscadoras que pedimos una reunión con usted, no tenemos nada que ver con politiquería ni publicidad (…) buscamos fines dignos”, expuso la activista.
Usted no sabe y le pido a Dios que jamás lo sepa, lo que es tener un hijo desaparecido y vivir entre el dolor y la esperanza cada minuto del día”, dijo la madre sonorense y después invitó al presidente a sumarse a la búsqueda “para que siente lo que sentimos y así cambie de parecer”, sentenció.
Acompáñenos y verá que cambia de parecer, si no es así, no lo volvemos a buscar”, Ceci Flores, Madre Buscadora.
Es una campaña en contra y que están utilizando de manera vil todo lo que les ayude a atacar al gobierno, entonces ofrezco disculpas por lo que estamos defendiendo”, Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México
Fuente: Tribuna