Ciudad Obregón, Sonora.- Casi la mitad de la población en México prefiera atender su salud mediante servicios privados, alejándose del sistema nacional, cada día más obsoleto y carente tanto de recursos como de cercanía y agilidad de atención.
La tardanza para obtener citas, la lejanía de las instalaciones, la falta de servicios puntuales y de horarios específicos, han detonado que los pacientes opten, en caso de contar con el dinero suficiente, en acudir a consultorios, clínicas o laboratorios privados antes de pasar por el tortuoso camino de la salud federal.
De hecho, si se analizan los datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) realizada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), queda claro que los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social optan cada vez más por que sea su segunda opción al enfermar.
40.4 por ciento de los afiliados prefirió acudir al sector privado, lo que "explica la caída de la popularidad social del Instituto, cada vez peor visto y con una severa crisis de imagen", explicó la investigadora en salud Valeria Souza.
Al problema explicado, se suma la desigualdad de acceso, pues casi la mitad de la población no cuenta con ningún tipo de servicio de salud, es decir, no cuenta con seguridad social, un dato cuyo drama se explica al conocer que sólo el 44 por ciento de las personas que requirieron atención médica la obtuvieron en sitios públicos.
"Lo que más nos preocupa, siempre ha preocupado, es que, de la población sin derechohabiencia, cerca de 60% se atienden en el sector privado y el resto en unidades de la Secretaría de Salud. Si lo vemos por nivel socioeconómico, la población de nivel socioeconómico bajo concentra la mayor parte de la población sin seguridad social, 73%, y usa un poco más los servicios públicos por su condición, pero también preocupa que usan servicios privados", dijo Arantxa Colchero, investigadora en ciencias médicas.
De acuerdo a los datos de la Ensanut, el gran problema de la salud pública para que los ciudadanos opten por una privada está en el acceso a la infraestructura, el tiempo que deben invertir par ser atendidos o que, simplemente, las clínicas u hospitales a las que acuden carecen de determinados servicios que requieren al momento. De hecho, el Consejo Nacional de Evaluación advierte que, mientras más pobre una persona, más complicaciones tiene para acceder a los servicios de salud públicos.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) detalla que un paciente gasta en promedio cinco mil pesos anuales en el renglón de salud, lo que abre la posibilidad de un gran negocio para quienes comercian con este servicio. Y el problema, de acuerdo al Centro, es que además de la lejanía de hospitales y clínicas, éstos no cumplen con los requisitos que, por ejemplo, dicta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que sugiere un mínimo de tres médicos y diez enfermeras por cada mil derechohabientes, lo que, por ejemplo, el IMSS lo deja en 2.5 y 3.4 respectivamente.
Ocurre algo similar con las camas, pues mientras la recomendación es tener cinco por cada mil usuarios, en México el promedio es de sólo una.
ALTO COSTO
Los gastos de bolsillo en el ámbito de la salud han aumentado entre un 30 y un 55 por ciento respecto a 2016 según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) 2022.
Los especialistas señalan que esto es consecuencia de las recientes reformas aplicadas en el sistema de salud mexicano, las cuales podrían afectar de manera diferenciada a las mujeres por ser quienes menos ingresos perciben a nivel nacional.
La doctora en Ciencias Políticas Laura Flamand Gómez explicó que los gastos de salud han aumentado entre el 30 y el 55 por ciento respecto a 2016.
Flamand detalló que este incremento se explica con los recientes cambios en el sistema de salud mexicano, específicamente en la desaparición del Seguro Popular y el rotundo fracaso que fue el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
En la práctica, el sistema de salud en México ya está privatizado; es muy grave que el cuidado de la salud dependa de que tengamos o no recursos para pagar por ello", explica la especialista.
Fuente: Tribuna