Cuautla, Morelos.- El mundo literario lamenta la pérdida del aclamado novelista, guionista de cine y ensayista, José Agustín, quien falleció este 16 de enero a los 79 años en su residencia en Cuautla, Morelos. Su muerte marca el fin de una era para la llamada Literatura de la Onda, donde Agustín desempeñó un papel crucial, siendo autor de obras icónicas como La tumba, De perfil, Ciudades desiertas y La panza del Tepozteco.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la cuenta X, expresó su pesar por la partida de este destacado narrador y figura literaria. Reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura en 2011, José Agustín dejó un legado literario que ha influenciado a varias generaciones de lectores y escritores.
José Agustín, originario de Acapulco, fue parte fundamental de la llamada "literatura de la onda", un movimiento literario que también incluía a escritores como René Avilés Fabila y Parménides García Saldaña. Su trabajo no solo se limitó a la escritura; también incursionó como guionista de cine, colaborando con José Revueltas en la adaptación cinematográfica de El Apando.
Muchas de sus obras fueron llevadas a la pantalla grande, destacando Abolición de la propiedad y Me estás matando Susana. A lo largo de su carrera, se destacó por abordar temas de la vida cotidiana de los jóvenes, explorando el consumo de drogas, el alcohol y las experiencias urbanas.
Casado con Margarita Bermúdez desde 1963, con quien tuvo tres hijos, José Agustín también experimentó cambios en su vida personal, incluido un divorcio y un segundo matrimonio con la misma pareja. Su literatura no solo revela una mirada profunda a la juventud mexicana sino también una exploración de las complejidades de la vida personal.
Su participación en la renovación de la narrativa mexicana le valió reconocimientos y premios a lo largo de su carrera, destacando su impacto duradero en la escena literaria contemporánea de México. Aunque enfrentó una retirada de la esfera pública después de un accidente durante una presentación en Puebla en 2009, su influencia persiste en las letras y en la memoria cultural de México.
Fuente: Tribuna