Medellín, Colombia. - El 3 de septiembre de 2012, la figura legendaria del narcotráfico, Griselda Blanco de Trujillo, conocida como la 'Reina de la cocaína', fue asesinada a tiros mientras esperaba en una carnicería de Medellín, Colombia. Este evento marcó el controvertido final de una vida marcada por la violencia y el poder en el mundo del crimen organizado.
Blanco, apodada también 'La viuda negra', fue una figura central en el auge del narcotráfico en Colombia y Estados Unidos durante las décadas de 1970 y 1980. Conocida por sus tácticas despiadadas y su crueldad, Blanco fue pionera en el tráfico de cocaína y fue responsable de ordenar cientos de asesinatos a lo largo de su carrera criminal.
A pesar de su notoriedad y su reputación como una de las criminales más poderosas de su tiempo, Blanco vivía relativamente tranquila en Medellín en el momento de su muerte. Había regresado al país sin enfrentar cargos formales por los numerosos homicidios que se le atribuían en Norteamérica. A pesar de su retiro aparente de la vida criminal, su legado continuaba resonando en el mundo del narcotráfico.
El asesinato de Blanco fue un final abrupto y sangriento para una vida marcada por la violencia y el crimen. Un hombre de unos 30 años se acercó a ella en una moto y le disparó dos veces, poniendo fin a la vida de una de las figuras más infames del narcotráfico.
El legado de Griselda Blanco sigue siendo objeto de debate y controversia. Su papel en la expansión del tráfico de drogas y la violencia en Miami durante la década de 1980 la convirtió en una figura icónica en la historia del crimen organizado. Sin embargo, su muerte marcó el final de una era y puso fin a la vida de una mujer cuyo nombre seguirá siendo sinónimo de poder, violencia y ambición desmedida en el mundo del narcotráfico.
Griselda, quien fue señalada de haber ordenado más de 200 homicidios y que fue la que inició una guerra que marcó la época más violenta de Miami, la “madrina” de Pablo Escobar, vivía muy tranquila retirada en un apartamento de un lugar llamado El Poblado, sin embargo, alguien ordenó su muerte, ella estaba esperando que le entregaran lo que había pedido en la carnicería y un hombre en una moto le dio dos tiros, uno le entró por un hombro el cual le atravesó la clavícula izquierda, el otro, que fue el que la mató, entró cerca a su ojo derecho, esta le destruyó el cerebro y salió por el cuello.
Fuente: Tribuna