Ciudad de México.- El ambiente político en México se ha mantenido en los límites de la tensión con la aprobación de distintas reformas; las más problemáticas ha sido la que apunta al Poder Judicial y, en segundo lugar, la llamada "supremacía constitucional", que funge como escudo a la primera. Desde ayer, 31 de octubre, 17 Congresos estatales avalaron la adición de un quinto párrafo al Artículo 105 de la Carta Magna que descarta cualquier acción que pretenda controvertir las reformas ya aprobadas.
El cambio despertó malestar y hasta enfrentamientos. Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, explicó que el choque se generó debido a que los simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) insistió en tomar la palabra durante la sesión del jueves, a pesar de que ya se había pactado que no habría más intervenciones. Aseguró que el tricolor contó con varias oportunidades de presentar sus argumentos y fue hasta que se cerró el debate que se empeñaron en continuar hablando.
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Luego de que se les negara el micrófono, 'Alito' Moreno, presidente del partido fundado en 1946, perdió los estribos y en un intento por hacer oír su voz, subió al estrado para exigir su derecho a pronunciarse. Una vez que se encontraba junto a Noroña, le "puso la mano encima". El político y sociólogo de 64 años calificó este acto como provocación y admitió que evitó ponerse de pie para no ensanchar el conflicto.
Según dijo, de haberse levantado de su asiento las probabilidades de que iniciara una pelea física eran muy altas. "Porque pues yo tengo sangre en las venas y no iba a permitir esa falta de respeto", ahondó Fernández Noroña. Con mucha diplomacia, le pidió que volviera a su lugar, orden que 'Alito' acató poco tiempo después.
Entonces, si yo me levanto eso hubiera acabado mal y lo que hice fue pedirle que regresara al escaño, y tuvo que ir al escaño".
Subrayó que, pese a la intensidad del momento, él guardó la cordura y ni siquiera tuvo contacto físico con Moreno. Si bien dijo que podía entender que el funcionario se haya dejado llevar por sus emociones, considera incorrecto incurrir en ese tipo de tratos. Finalmente, destacó que el dirigente nacional priista no ha reconocido su error y mucho menos ha ofrecido una disculpa por el altercado.
No reconoció que yo no lo toqué nunca y eso es un acto de cobardía, porque uno puede reconocer que en un momento de equis pasión puedas empujar o tocar. Pero yo no lo toqué nunca".
Fuente: Tribuna Sonora