Ciudad de México.- La reforma constitucional para prohibir el uso de vapeadores y cigarros electrónicos, impulsada por el expresidente López Obrador, fue aprobada la semana pasada por la Cámara de Diputados y ahora está siendo discutida en el Senado de la República. A pesar de los estudios que evidencian los daños a la salud causados por estos dispositivos, aún existen sectores que se oponen a la medida.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo señaló que hay cabilderos trabajando para frenar esta reforma, pese a que están conscientes que esta herramienta genera daños en el organismo, y recordó que un análisis hecho por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que identificó sustancias tóxicas en su contenido. Por ello, y porque es especialmente popular entre jóvenes, es importante que se frene su consumo.
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Sheinbaum recordó que una iniciativa similar fue rechazada en el pasado, lo que llevó a AMLO a retomar el tema en febrero y presentar nuevamente la propuesta con el objetivo de incluirla en la Constitución. Sin embargo, productores y vendedores han sido los principales opositores. A pesar de estos obstáculos, la mandataria expresó su confianza en que los senadores prioricen la salud pública y den luz verde a la propuesta, como ya lo hizo la Cámara de Diputados.
¿Qué se sabe sobre los riesgos de usar vapeadores?
El uso de dispositivos de vapeo, también conocidos como cigarrillos electrónicos, plumas de vapeo o cachimbas electrónicas, está asociado a múltiples riesgos para la salud, muchos de los cuales aún están siendo investigados. Su funcionamiento se basa en calentar una mezcla de propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes diseñados para ser consumidos, nunca inhalados. Sin embargo, este proceso de calentamiento puede transformar dichos componentes en químicos peligrosos. El aerosol generado puede contener sustancias dañinas como formaldehído, un probable cancerígeno, así como acroleína, diacetilo y dietilenglicol, que afectan directamente a los pulmones.
El impacto del vapeo también alcanza la salud bucal. La nicotina reduce el flujo sanguíneo en las encías, mientras que el aerosol altera el equilibrio bacteriano de la boca, incrementando el riesgo de periodontitis. Esta enfermedad se manifiesta con síntomas como inflamación y sangrado de encías, mal aliento, dientes flojos y dificultad para masticar.
Fuente: Tribuna Sonora