Toluca, Estado de México.- Una apuesta arriesgada es la realizada por el Gobierno del Estado de México, encabezado por Delfina Gómez, el cual ve en las aguas negras o como las autoridades les llaman, aguas residuales, la alternativa perfecta para hacerle frente a la sequía que afecta al Valle de México, por lo que se utilizarán dos nuevas plantas para canalizar el vital líquido y “regenerarlo”.
Cabe señalar que desde el 10 de abril pasado las macroplantas tratadoras de aguas residuales en Toluca Norte y Oriente son administradas por la Secretaría del Agua del Estado de México, con ello se inicia una era de aguas regeneradas que dará paso a un nuevo modelo de gestión agua de cara al Siglo XXI. Las autoridades mexiquenses ven en esta práctica el futuro del abasto de agua en la entidad para atender el problema de la sequía
Te podría interesar
Con esta acción la Secretaría del Agua del Estado de México (SAEM) atenderá las necesidades impuestas por la sequía, producto de una combinación de factores como el cambio climático y el fenómeno de El Niño. Anteriormente las macroplantas utilizaban el sistema de lodos activados aereados; a partir de esta administración las aguas residuales serán tratadas, saneadas y regeneradas usando nuevas tecnologías que garanticen la disponibilidad y el suministro a la población.
De acuerdo con la información de las autoridades mexiquenses, las plantas realizarán en el agua un proceso de hibridación con métodos aerobios y anaerobios, así como la aplicación de nanoburbujas, que cuentan con la capacidad de aminorar el costo y que duplican la efectividad, ya que favorecen que contaminantes como las grasas y aceites sean removidas con una mayor eficiencia. Habrá humedales de tratamiento y pulimiento para remoción de metales pesados y microplásticos, reproduciendo métodos naturales de saneamiento.
Asimismo, se habilitarán sistemas de bombeo más eficientes energéticamente y se utilizarán quipos de desinfección más seguros. De esta menara, el Gobierno de la Maestra Delfina Gómez Álvarez inicia el proyecto para el Estado de México contenido en el Plan Estatal de Desarrollo 2023-2029, el cual propone que las aguas residuales sean correctamente tratadas para generar un mercado de intercambio entre aguas tratadas y posteriormente regeneradas.
Fuente: Tribuna