Ciudad de México.- La primavera en México ha traído consigo noticias desoladoras, como la escasez de agua y las altas temperaturas que ahora amenazan la vida humanada. Se recibió un informe reciente que dejó en evidencia el devastador impacto del golpe de calor en varias partes del país. Según datos recopilados en el informe semanal de vigilancia epidemiológica de temperaturas extremas, el calor intenso ha cobrado la vida de cuatro personas.
Los casos mortales se registraron en diferentes estados, con dos defunciones reportadas en Oaxaca, sumándose a otras dos previamente notificadas: una en Chiapas y otra en Tabasco. Estas cifras representan una letalidad preocupante del 1.51 por ciento. Además de estos trágicos incidentes, se han identificado un total de 264 casos asociados con problemas de salud relacionados con las altas temperaturas, de los cuales, 160 fueron catalogados como golpes de calor, abarcando el 60.6 por ciento del total.
Durante la semana epidemiológica número 17, que comprendió del 20 al 27 de abril, se notificaron 45 nuevos casos relacionados con temperaturas extremas, agregándose a los 219 casos previamente registrados. Los estados más afectados por estos problemas de salud relacionados con el calor son Tabasco, Chiapas, Jalisco, Morelos y Yucatán.
La Secretaría de Salud ha enfatizado la importancia de tomar precauciones, especialmente durante las horas de mayor exposición al sol, entre las 11:00 a.m. y las 3:00 p.m. Con la llegada de la segunda ola de calor, se pronostica que las temperaturas superarán los 45 °C en varios estados, lo que subraya la necesidad urgente de protegerse.
Medidas preventivas:
Ante los riesgos que representa el calor extremo, es fundamental conocer los signos de alarma de un golpe de calor y tomar medidas preventivas adecuadas. La piel caliente y seca, la confusión, los vómitos frecuentes y la dificultad para respirar son indicadores importantes que no deben pasarse por alto.
En primer lugar, mantenerse hidratado es clave. Beber abundante agua y zumos de fruta ayuda a mantener el equilibrio hídrico del cuerpo y a regular la temperatura corporal. Es importante evitar el consumo de bebidas alcohólicas, ya que estas pueden aumentar el riesgo de deshidratación.
Asimismo, es recomendable moderar la ingesta de comidas calientes y pesadas, optando por alimentos ligeros y frescos que no aporten demasiadas calorías. Refrescarse con duchas o toallas húmedas también puede ayudar a aliviar el calor y mantener el cuerpo fresco.
En entornos cerrados, como hogares u oficinas, cerrar las persianas durante el día para evitar la entrada directa de luz solar puede contribuir a mantener una temperatura más fresca en el interior. Por la noche, abrir las ventanas para permitir la entrada de aire fresco es una medida efectiva para refrescar el ambiente. Cuando se esté al aire libre, es fundamental evitar la exposición directa al sol. Caminar por la sombra, utilizar gorras y ropa ligera de colores claro.
Fuente: Tribuna Sonora