Ciudad de México.- México sigue enfrentando una fuerte crisis ganadera por la situación con el gusano barrenador; incluso, recientemente se anunció que una vez más se cerraría la frontera con Estados Unidos para evitar la exportación del ganado. Además, durante la mañanera del pasado jueves 10 de julio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, manifestó que fue una decisión totalmente “exagerada”.
“De todas maneras, ¿nosotros qué hacemos? Pues de inmediato vuelven a trabajar los equipos técnicos para demostrar que está bajo control y que se está haciendo todo lo que científicamente se debe hacer y prácticamente se debe hacer, es decir, con el conocimiento científico lo que debe llevarse a la práctica si es que se encuentra un caso que está fuera del Istmo, que es donde se había contenido”, afirmó la mandataria.
Ahora bien, sobre esta infestación se ha dicho mucho, pero pocas personas realmente saben en qué consiste y las consecuencias que podría ocasionar esta enfermedad. Para empezar, según información emitida por el gobierno de México, se le puede definir como una plaga que proviene de las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, que se suelen alimentar del tejido vivo de los mamíferos.
¿Qué pasa si consumo carne de un animal infectado?
Una duda que comenzó a circular desde el brote del gusano barrenador es qué pasaría si un ser humano consume la carne de un animal que, antes de su muerte, estaba contagiado. Por ello, Felipe Sánchez Carrillo, profesor del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales (DPTI) del ITESO y especialista en procesamiento de productos cárnicos, resolvió todos estos cuestionamientos.
De acuerdo con información emitida por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, el experto aseguró que no hay ningún problema siempre y cuando se cocine de manera correcta. Sin embargo, aclaró que la carne es de baja calidad y, si bien el calor mata a las larvas o huevecillos, la posibilidad de que llegue hasta los hogares es muy poco probable, porque antes debe pasar por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Fuente: Tribuna
