Iquitos, Perú.- Desde hace casi un año, las víctimas por Covid-19 residentes de Perú han sido sepultadas por el gobierno en fosas comunes sin que sus familiares sepan. En este sentido, los pobladores han alzado la voz, pues según comentan, el mandatario no les ha explicado el por qué de esta medida.
Este sería el primer caso conocido en Latinoamérica en donde las autoridades esconden el destino de los fallecidos por el virus; sin embargo, se especula que es porque ya no hay espacio en los cementerios. En Perú, desde el inicio de la pandemia hasta el día de hoy, han muerto 54 mil 285 personas sin contar los decesos por otras causas tales como accidentes u enfermedades.
Te podría interesar
Según han narrado familiares de fallecidos, al menos 403 personas han sido sepultadas en fosas clandestinas, de las cuáles no se sabe su ubicación con exactitud. El por qué de esta medida, puede partir de que el Covid-19 azota severamente a Iquitos, una población que no cuenta con los suficientes recursos médicos y los enfermos mueren en pasillos de hospitales, domicilios e incluso en la misma calle.
En contraste, añaden, al pedir los cuerpos de los pacientes, los trabajadores les mencionan que estos han sido trasladados a cementerios muy lejanos o inaccesibles para que no vayan a buscar a sus difuntos, aunque la realidad es que los tiran en dichas fosas en grupos de hasta 20.
Las fosas clandestinas se dieron a conocer después de que un médico comentara que que al menos 330 cadáveres de fallecidos por Covid-19 habían sido enterrados presuntamente en un terreno cerca del cementerio de San Juan.
Les da vergüenza que se conozca el desastre, el desorden, la falta de humanidad con que han enterrado a nuestros seres queridos", dijo Patricia Cárdenas, cuyo abuelo Antenor Mozombite, de 80 años, también fue enterrado sin permiso de su familia.
Fuente: El Universal