Colorado, Estados Unidos.- Investigadores del FBI resolvieron un atroz asesinato ocurrido en 1985. El 'cold case' fue descifrado gracias a una muestra de ADN que consiguieron de una botella de agua de la que bebió el criminal.
El detenido, Michael Jefferson, de 64 años, fue imputado con cargos de homicidio y secuestro por, según registros de la época, forzar a Roger Dean, de 51 años, a amarrar a su esposa D.J. mientras exigía a punta de pistola 30 mil dólares.
Te podría interesar
Después de tomar el dinero, Jefferson detonó el arma en contra de Dean y le arrebató la vida en su domicilio de Colorado. Durante 36 años huyó de la justicia y permaneció con un perfil bajo.
El hombre, que ahora vive en Nueva Orleans, fue detenido a principios de este mes en Los Ángeles y extraditado a Colorado, donde enfrentará a la justicia por el secuestro y asesinato que cometió en 1985.
Mientras llega su juicio, el hombre está detenido en la prisión del condado de Douglas. En caso de ser encontrado culpable, será sentenciado a 40 años tras las rejas. Es decir, una condena que terminaría hasta los 104 años de edad, si es que sobrevive hasta entonces.
Su arresto pudo lograrse gracias a que, cuando cometió el asesinato, dejó una máscara para esquiar en la que encontraron algunos cabellos. Con una prueba ADN, los investigadores pudieron descifrar quiénes eran los posibles padres del asesino.
El apellido Jefferson saltó a la vista y ahí empezó una búsqueda para tratar de encontrar a los dos hijos del matrimonio. Michael fue seguido mientras tomaba un vuelo, ahí tomó agua y le pidió a la asistente de vuelo que se deshiciera de ella.
Los agentes tomaron la muestra y compararon el ADN con el encontrado en la escena del crimen. La verdad salió a flote, era el asesino.
Fuente: Daily Mail