Liverpool, Inglaterra.- Al poco tiempo de dar a luz, Kylie Dixon fue diagnosticada con cáncer de sangre. Sudoración por las noches y comezón en las piernas fueron síntomas que empezó a presentar durante el embarazo.
Al principio, Dixon pensó que estos síntomas estaban relacionados de alguna forma con el embarazo y decidió no prestarles mucha atención tras considerarlos algo así como efectos secundarios.
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Sin embargo, seis meses después de que dio a luz los síntomas persistían. Primero se lo comentó a su doctor de cabecera, quien consideró que podría tratarse de un caso de sarna.
Fue hasta que desarrolló un bulto en el cuello cuando fue trasladada de urgencia a que le realizaran pruebas para determinar si había algo más de que preocuparse.
Después de análisis extensos, la nueva madre fue diagnosticada con una agresiva forma de linfoma de Hodgkin, un rato tipo de cáncer de sangre.
Tras nueve meses de quimioterapia y tratamientos médicos en el hospital Whiston pensó que había terminado todo, pero remitió. Después de otras tres dosis de quimioterapia y un trasplante, pudo vencer la enfermedad.
Fuente: Liverpool Echo